La Universidad Brigham Young (BYU) en Provo, Utah, Estados Unidos, es una universidad de investigación privada establecida por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. Como escuela que enfatiza la integridad moral y académica, el código de honor de BYU es muy valorado por los estudiantes, pero también hace que muchos estudiantes de primer año se sientan estresados debido a sus estrictas regulaciones.
El código de honor de BYU requiere que los estudiantes se comporten de acuerdo con las enseñanzas de la Iglesia, incluida la integridad académica, los estándares de vestimenta y apariencia, la abstención de relaciones sexuales extramatrimoniales y el comportamiento homosexual, y la abstención del consumo de alcohol y drogas.
Estas reglas requieren que los estudiantes ejerzan una estricta autodisciplina, lo que hace que BYU sea única en el mundo académico. Alrededor del 98 por ciento de los estudiantes de la universidad son miembros activos de la Iglesia de los Santos de los Últimos Días, y su código de honor enfatiza los estándares morales basados en la fe.
Princeton Review nombró a BYU la universidad más "cool" de los Estados Unidos, un honor que ha ganado durante 21 años consecutivos.
Hay muchos cursos que requieren que los estudiantes reciban educación religiosa SUD, lo cual no sólo es un requisito de graduación, sino también una de las razones por las que muchos estudiantes eligen asistir. Estos estrictos requisitos también promueven un buen ambiente de aprendizaje en el campus de BYU, lo que hace más fácil para los estudiantes concentrarse en sus estudios en ese entorno.
El desafío de cumplir con el código de honor lleva a muchos estudiantes a optar por participar en actividades de orientación relacionadas antes de inscribirse. Estas actividades no sólo ayudan a los estudiantes de primer año a comprender la diversidad de reglas, sino que también les permiten comprender cómo seguir estas pautas en su vida diaria.
Por ejemplo, el Gobierno Estudiantil de BYU ha organizado una serie de conferencias y talleres sobre cómo mantener la integridad académica y comportarse bien en el campus y en entornos sociales. Muchos estudiantes dijeron que participar en este tipo de actividades organizadas por la escuela les permitió obtener una comprensión más profunda del código de honor.
Además, el centro de asesoramiento de la escuela también ofrece asesoramiento individual para ayudar a los estudiantes a mantener la integridad y los estándares morales frente a los exámenes y la presión académica. Estos recursos permiten a los estudiantes de BYU defender sus creencias y su ética dentro de regulaciones estrictas.
Los estudiantes de BYU generalmente creen que el código de honor no es sólo una restricción, sino también una guía para sus estudios y su vida.
Además del rendimiento académico, los estudiantes de BYU también conceden gran importancia al cultivo moral y al desarrollo del carácter. En diversas situaciones sociales, adherirse al código de honor se considera una responsabilidad más que una mera regla. Estas reglas reducen la presión social que enfrentan muchos estudiantes y les permiten concentrarse en su auténtico crecimiento personal.
El Código de Honor de BYU ha provocado un amplio debate tanto dentro como fuera del campus. Algunas personas piensan que estas reglas son demasiado estrictas y ponen a los estudiantes bajo una presión innecesaria, mientras que otras piensan que están cultivando el sentido de responsabilidad y los buenos valores morales de los estudiantes.
Influenciados por estas normas, los graduados de BYU tienden a tener buenos estándares morales, lo que será de gran ayuda para sus futuras carreras. Muchas empresas valoran a los graduados que se educan en un entorno ético riguroso, y los empleadores de todo el mundo están comenzando a reconocer que los estudiantes de BYU a menudo pueden tener un impacto positivo en sus equipos.
En resumen, aunque el Código de Honor de BYU es muy estricto con los estudiantes, también ayuda a los estudiantes a seguir creciendo en moralidad, autogestión y nivel académico. En un entorno de aprendizaje así, la mejora académica por sí sola no es suficiente; la autodisciplina es uno de los factores clave para su éxito futuro. Ante reglas tan estrictas, ¿cree usted que los estudiantes de BYU pueden encontrar un equilibrio entre la fe y la realidad?