La recompensa por estimulación cerebral (BSR) es un fenómeno placentero inducido por la estimulación directa de áreas cerebrales específicas. Este fenómeno fue descubierto por primera vez por James Olds y Peter Milner. BSR sirve como una poderosa herramienta de refuerzo operante que activa circuitos neuronales en el sistema de recompensa del cerebro, formando hábitos de respuesta similares a los establecidos a través de recompensas naturales como la comida y las relaciones sexuales. Los primeros experimentos han demostrado que la estimulación del hipotálamo lateral y otras regiones del cerebro asociadas con las recompensas naturales puede producir tanto una sensación de recompensa como de motivación. Este fenómeno se ha encontrado no sólo en todos los vertebrados analizados, sino también en humanos, lo que proporciona una herramienta útil para comprender cómo se procesan las recompensas naturales en regiones cerebrales y circuitos neuronales específicos.
“La estimulación cerebral eléctrica y las inyecciones intracerebral de drogas pueden producir significativamente sentimientos de recompensa debido a su activación relativamente directa de los circuitos de recompensa”.
En un entorno experimental, la BSR se produce mediante autoestimulación intracerebral (ICSS). A los sujetos se les implantaron electrodos permanentes en múltiples regiones del cerebro que se sabe que producen BSR y fueron entrenados para responder continuamente a la estimulación eléctrica de esa región del cerebro. Los estudios del ICSS son particularmente útiles para examinar los efectos de diversas manipulaciones de fármacos sobre la sensibilidad a la recompensa. Al mismo tiempo, el ICSS también se utiliza como un medio importante para evaluar el carácter adictivo de muchos tipos de drogas. Los datos de estos estudios son muy relevantes para los hallazgos sobre las propiedades adictivas de las drogas autoadministradas.
En 1953, James Olds y Peter Milner de la Universidad McGill observaron que era más probable que las ratas regresaran a áreas de equipos experimentales que recibían estimulación eléctrica directa. A partir de esto, dedujeron que la estimulación era gratificante y posteriormente confirmaron experimentalmente que se podía entrenar a los ratones para que realizaran nuevos comportamientos, como presionar una palanca para obtener breves ráfagas de estimulación cerebral. A través de estos experimentos, Olds y Milner descubrieron los mecanismos de recompensa en el cerebro asociados con el refuerzo positivo y concluyeron que la estimulación eléctrica podría servir como una herramienta de refuerzo operante.
“El descubrimiento de la estimulación eléctrica permitió comprender la motivación y el refuerzo en términos de sus bases fisiológicas.”
Las primeras investigaciones sobre los efectos motivacionales de la estimulación cerebral abordaron dos preguntas principales: 1. ¿Qué áreas del cerebro pueden estimularse para producir la percepción de recompensa? 2. ¿Qué fármacos pueden afectar la respuesta de estimulación y su mecanismo? Las investigaciones han descubierto que los impulsos naturales de los circuitos cerebrales llegan a los circuitos de recompensa de forma transináptica a través de los sentidos periféricos de la vista, el oído, el gusto, el olfato o el tacto. Sin embargo, la BSR inducida experimentalmente activa los circuitos de recompensa de una manera más directa, evitando el proceso de transmisión a través de los sentidos periféricos. Las herramientas de estimulación eléctrica proporcionan un medio para identificar circuitos de recompensa del sistema nervioso central con cierta especificidad anatómica y neuroquímica.
La relación entre BSR y recompensas naturales como comida, agua y apareamiento ha sido un tema muy debatido, y muchos de los primeros estudios se centraron en sus similitudes y diferencias. Debido a su efecto más directo, BSR puede activar fuertemente el mecanismo central de recompensa. A diferencia de las recompensas naturales, BSR no tiene asistencia incorporada para satisfacer las necesidades de supervivencia, lo que hace que BSR responda menos en las primeras etapas de una serie de experimentos.
"Las propiedades del BSR permiten a los animales autoestimularse hasta el agotamiento."
La adicción es un trastorno cerebral crónico caracterizado por la ingesta impulsiva de drogas y conductas de búsqueda que persisten a pesar de los efectos adversos en la salud, las relaciones y la vida laboral. Los procedimientos de laboratorio pueden establecer hábitos de autoadministración compulsivos para obtener medicamentos, que son muy similares al comportamiento de autoadministración de BSR. Muchos estudios han demostrado que el mecanismo eficaz de BSR lo hace eficaz para establecer hábitos compulsivos porque activa directamente la vía de recompensa y omite la transmisión sensorial externa de las recompensas naturales.
Mediante estudios de mapeo y lesiones, los científicos pueden identificar las ubicaciones de las neuronas relacionadas con la recompensa y las vías de señalización directamente afectadas por la estimulación eléctrica del cerebro, obteniendo así información sobre el papel de la BSR en los mecanismos neuronales. Varias partes, como el hipotálamo lateral, el haz del prosencéfalo medial (MFB) y el sistema mesolímbico, proporcionan diferentes características de comportamiento y efectos de recompensa para la estimulación BSR.
"El MFB se considera el sitio de recompensa más utilizado para la estimulación cerebral y conduce principalmente fibras de dopamina".
La investigación sobre la estimulación eléctrica cerebral de las recompensas nos ha brindado una comprensión más profunda de cómo se logra el placer activando directamente el sistema de recompensa del cerebro. Sin embargo, a medida que se acumula conocimiento sobre BSR, comienzan a surgir cuestiones éticas y sociales relacionadas. Deberíamos pensar seriamente en cómo mantener el respeto y la responsabilidad por nosotros mismos y por los demás mientras buscamos la felicidad.