En el campo de la salud mental, los trastornos externalizantes y los trastornos internalizantes son dos trastornos psicológicos comunes pero distintos. Comprender las diferencias entre ellos es fundamental para los trabajadores sociales, maestros y padres, ya que ayuda a determinar los apoyos e intervenciones más efectivos.
Los trastornos de externalización generalmente se refieren a problemas de conducta que se manifiestan por sí mismos, como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), el trastorno de oposición desafiante (TND) y el trastorno de conducta (TC). Estos problemas de conducta a menudo interfieren con el funcionamiento social, académico y familiar de un individuo.
Los trastornos de externalización se caracterizan por un comportamiento impulsivo, agresión y confrontación con la autoridad.
Por el contrario, los trastornos de internalización incluyen problemas emocionales como la ansiedad y la depresión. A diferencia de los trastornos de externalización, las personas con trastornos de internalización a menudo internalizan su angustia emocional, manifestándose como dudas, retraimiento social u otras emociones negativas.
Los trastornos de internalización hacen que la angustia emocional y cognitiva de un individuo permanezca oculta en lo más profundo de su ser.
En términos de conductas conductuales, los pacientes con trastornos de externalización suelen mostrar conductas impulsivas y agresivas, como dañar la propiedad y pelear con otros. Por el contrario, los pacientes con trastornos de internalización son propensos a sentirse ansiosos, inquietos o culpables, y pueden optar por sentirse solos o evitar las interacciones sociales.
Según el DSM-5, un diagnóstico de trastorno de externalización requiere cumplir criterios conductuales específicos, como un comportamiento agresivo persistente, mientras que el trastorno de internalización puede implicar un estado persistente de mal humor o ansiedad. La pérdida de interés y los sentimientos excesivos de culpa son algunas manifestaciones comunes de los trastornos de internalización.
Ya sea que el trastorno sea externalizado o internalizado, es necesaria una evaluación profesional de salud mental para garantizar una intervención adecuada.
Las causas de los trastornos de externalización e internalización suelen ser multifactoriales e incluyen la genética, los factores ambientales y las experiencias sociales de un individuo. Es más probable que los trastornos externalizantes se reconozcan en la infancia, mientras que los trastornos internalizantes pueden no ser notorios hasta la adolescencia o la edad adulta.
Para los trastornos de externalización, a menudo se prefiere la terapia conductual y la intervención familiar. La psicoterapia y la medicación pueden ser opciones eficaces para los trastornos de internalización.
Cuando se trata de personas con trastornos de externalización e internalización, existe mucho estigma en la sociedad. Las conductas de los trastornos de externalización a menudo provocan reacciones intuitivas de los demás, lo que da como resultado una etiqueta social más fuerte.
La conciencia de la sociedad sobre los trastornos mentales está mejorando gradualmente, pero aún es necesario realizar esfuerzos para eliminar el estigma y los prejuicios.
Los padres y educadores desempeñan un papel importante en la identificación de los trastornos de externalización e internalización. Comprender los patrones de comportamiento individuales puede ayudar con la intervención y el apoyo tempranos. Ser sensible al estado emocional de su hijo puede ayudar a identificar problemas potenciales a tiempo y abordarlos.
La diferencia entre los trastornos externalizantes y los trastornos internalizantes se refleja en las diferencias en las expresiones conductuales y las formas de procesar las emociones. Aunque ambos son problemas de salud mental, sus características e impacto son bastante diferentes. A medida que aumenta gradualmente la conciencia de la sociedad sobre los problemas de salud mental, también podríamos reflexionar sobre: Al apoyar a las personas necesitadas, ¿cómo podemos acercarnos a su mundo interior?