En la tecnología de resonancia magnética, un fenómeno clave es el "eco de espín", que es la señal de reenfoque de la magnetización de espín debido a la aplicación de un pulso de radiación electromagnética resonante. Este fenómeno juega un papel importante en la resonancia magnética nuclear (RMN) y la resonancia magnética (RM) modernas. La señal de RMN observada después del pulso de excitación inicial decae con el tiempo, principalmente debido a efectos de relajación de espín y falta de homogeneidad. Estas inhomogeneidades hacen que los espines en la muestra precesen a velocidades diferentes, lo que afecta la estabilidad de la señal.
Tomemos como ejemplos la distribución de diversos gradientes de campo magnético y desplazamientos químicos, que son manifestaciones específicas del efecto no homogéneo. Si, después de un período de desfase, se aplica un pulso de inversión, la evolución no homogénea puede ser refaseada, produciendo así un eco en el tiempo 2t. Antecedentes históricos del eco de espínEn el caso de relajación de espín, la pérdida irreversible de magnetización conduce a una disminución de la señal. Sin embargo, al aplicar un pulso de inversión de 180°, se pueden eliminar estos efectos de desfase desigual.
El fenómeno del eco de espín fue descubierto por primera vez por Erwin Hahn en 1950 y ahora se lo conoce a menudo como eco de Hahn. En resonancia magnética y resonancia magnética, la forma de radiación más utilizada es la radiación de radiofrecuencia. En 1972, F. Mezei introdujo la técnica de dispersión de neutrones por eco de espín, que puede utilizarse para estudiar ondas de espín y fonones en monocristales. Con el continuo avance de la tecnología, la investigación realizada por dos equipos en 2020 demostró que cuando los grupos de espín están fuertemente acoplados a un resonador, la secuencia de pulsos de Hahn puede producir una serie de ecos periódicos. Este descubrimiento, sin duda, amplía el campo de aplicación de los ecos de espín.
El principio del eco de espín tiene su origen en experimentos anteriores de Hahn, quien descubrió la aparición de un eco al aplicar dos pulsos de 90° para observar la señal, pero sin aplicar un pulso de medición. Este fenómeno fue descrito en detalle en su artículo de 1950 y generalizado aún más por Carr y Percher, quienes enfatizaron las ventajas de utilizar pulsos de inversión de 180°.
Podemos entender mejor el proceso simplificando la secuencia de pulsos en sus pasos individuales.
Los experimentos de desintegración del eco de Hahn se pueden utilizar para medir el tiempo de relajación espín-espín (T2). A diferentes intervalos de pulso, se registró la intensidad de los ecos, lo que refleja el efecto de desfase que no fue reenfocado por el pulso de inversión. En casos simples, los ecos muestran una disminución exponencial, que generalmente se describe mediante el tiempo T2.
Además de los ecos de espín, también se pueden observar ecos de Hahn en frecuencias ópticas. Al aplicar luz resonante a un material con resonancia de absorción no homogénea, el fenómeno de los ecos de fotones puede existir incluso en un campo magnético cero.
El eco de espín rápido (como RARE, FAISE o FSE) es una secuencia de resonancia magnética que puede reducir significativamente el tiempo de exploración. En esta secuencia, los pulsos de radiofrecuencia se reorientan 180° varias veces y los gradientes de codificación de fase se cambian brevemente entre cada eco. Esta tecnología mejora significativamente la velocidad de obtención de imágenes y se convierte en una innovación tecnológica importante en el campo de la resonancia magnética.
Con la evolución de la tecnología, el ámbito de aplicación de la resonancia magnética continúa expandiéndose y la comunidad académica continúa profundizando su investigación sobre el eco de espín. Esto no sólo ayuda a mejorar la precisión de las imágenes médicas, sino que también proporciona nuevas ideas para el desarrollo de nuevos materiales y tecnologías cuánticas. Entonces, ¿cómo utilizaremos estas tecnologías para liberar más potencial en el futuro?