2023 es un año histórico para el mercado energético europeo. Este año, la energía eólica superó por primera vez al carbón en generación de energía y se convirtió en una importante fuente de suministro energético en Europa. Según los últimos datos, la capacidad total instalada de energía eólica en Europa alcanzará los 255 gigavatios (GW) en 2023. En comparación con la capacidad de generación de energía en 2017, esta cifra muestra el potencial de crecimiento de la energía eólica.
"El auge de la energía eólica no es sólo una victoria para las energías renovables, sino también un paso importante en nuestra lucha contra el cambio climático."
El rápido crecimiento de la energía eólica se debe a varios factores, uno de los cuales son los cambios en las políticas públicas. La Asociación Europea de Energía Eólica (ahora llamada WindEurope) mencionó que a partir de 2023, la capacidad de generación de energía eólica alcanzó los 193 teravatios hora (TWh), mientras que la capacidad de generación de energía del carbón es de solo 184 TWh. Este cambio envía una señal clara: las energías renovables ya no son una opción complementaria, sino una de las principales fuentes de energía.
Según el paquete de políticas europeas de energía eólica publicado por la Comisión Europea en octubre de 2023, el plan tiene como objetivo simplificar el proceso de implementación de la energía eólica, incluida la aceleración de los procesos de concesión de licencias y diseño de subastas. La nueva política pone especial énfasis en aumentar la inversión en energía eólica marina y marina. Estas políticas se están lanzando para promover los objetivos energéticos y climáticos de Europa para 2030.
"La energía eólica ya representa el 37% de la generación de electricidad renovable de la UE, al tiempo que proporciona casi 300.000 puestos de trabajo a la economía."
Según la última encuesta, el apoyo público a la energía eólica se mantiene en alrededor del 80%. Esto sugiere que la respuesta general de la audiencia a la energía eólica ha sido positiva, aunque persiste la oposición en algunas áreas. En 2014, Dinamarca alcanzó una tasa de penetración de la energía eólica del 56%, convirtiéndose en uno de los países líderes en energía eólica del mundo.
Como uno de los mercados de energía eólica más grandes de Europa, la participación de Alemania en energías renovables ha aumentado año tras año. En 2014, la energía eólica proporcionó el 9,7% del suministro eléctrico total del país. El número de instalaciones de energía eólica en Alemania está aumentando gradualmente y también crece la inversión del país en energía eólica marina.
Irlanda también tiene un gran potencial de energía eólica. En 2019, la energía eólica ha satisfecho el 36% de las necesidades eléctricas del país. Se espera que la energía eólica siga creciendo a medida que se lancen nuevos proyectos de energía eólica marina.
Finlandia y Estonia también están desarrollando activamente la energía eólica. La capacidad instalada de energía eólica de Estonia en 2013 fue de 269,4 MW y planea establecer más proyectos marinos, mientras que el desarrollo de la energía eólica en Finlandia también muestra buenas perspectivas.
A pesar del impulso del desarrollo de la energía eólica, todavía existen algunos desafíos en este campo. Es importante señalar que la incertidumbre política todavía afecta a los inversores. Además, es necesario gestionar adecuadamente la oposición local a los parques eólicos. Por ejemplo, en un proyecto de energía eólica en Suecia, el desarrollo a gran escala fue bloqueado debido a los llamados de los residentes locales para la protección de los paisajes históricos.
"El desarrollo de energías renovables debe equilibrarse con las expectativas de las comunidades locales."
A medida que avanza el objetivo de 2030, el potencial de regeneración de la energía eólica sigue siendo enorme. Según el plan REPowerEU, se espera que Europa aumente aún más la capacidad instalada de energía eólica y alcance objetivos de desarrollo sostenible más elevados en 2040.
El repunte de la energía eólica también promoverá la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías y puede cambiar la futura estructura del mercado energético. Con la combinación de energía fotovoltaica y eólica, podemos estar al borde de un futuro más verde y sostenible.
Ante un cambio tan importante, ¿a qué retos y oportunidades cree que se enfrentará el mercado energético europeo?