Muchos académicos creen que los impactos sociales y ambientales del consumismo son cada vez más difíciles de ignorar, especialmente en el contexto actual de calentamiento global.
El término "consumismo" tiene múltiples definiciones, que pueden no estar relacionadas o incluso ser contradictorias. Por ejemplo, en 1955, John Bugas, vicepresidente de Ford Motor Company, acuñó por primera vez el término "consumismo" como alternativa a "capitalismo" para describir la economía estadounidense, enfatizando el papel dominante de los consumidores en la dinámica económica. Su definición es coherente con la visión de Carl Menger, el fundador de la Escuela Austriaca de Economía, de que las preferencias y elecciones de los consumidores controlan completamente la economía. Además, el crítico social Vince Peck ve el consumismo como una evaluación negativa del comportamiento del consumidor, argumentando que su excesivo materialismo y desperdicio no pueden ignorarse.
En el libro de Vince Peck de 1960, The Wastemakers, la palabra consumismo se utiliza explícitamente en un sentido negativo.
El desarrollo de la sociedad de consumo comenzó a finales del siglo XVII y a principios del siglo XVIII. Durante este período, la economía británica creció significativamente debido a la introducción de nuevos métodos agrícolas y con ello una demanda de bienes de lujo. Grandes cantidades de artículos de lujo, como azúcar, tabaco y té, se producían principalmente mediante mano de obra esclava en el Caribe. Esta creciente demanda de bienes de lujo reflejó las cambiantes interacciones culturales y actitudes sociales en Gran Bretaña en ese momento.
A medida que el mercado se expandió, la clase alta y los comerciantes ricos del Londres del siglo XVII promovieron el establecimiento de una cultura de lujo y consumo. Los nuevos centros comerciales se han convertido en puntos de encuentro de los londinenses y los patrones de consumo se han expandido gradualmente a todos los niveles de la sociedad en general. Durante este período, las actividades publicitarias de William Sely y Nicholas Barbone permitieron que la cultura del consumo continuara penetrando en todos los grupos de personas.
El auge del consumismo modernoMuchos expertos creen que la expansión de la cultura del consumo se ha convertido en una fuerza impulsora importante del cambio social después de la Revolución Industrial.
En los Estados Unidos del siglo XX, especialmente a finales de la década de 1940, la aparición de la televisión proporcionó a los anunciantes una forma totalmente nueva de hacer publicidad. La televisión no sólo atrajo a un gran número de espectadores, sino que también cambió las actitudes de compra de los estadounidenses hacia los productos, contribuyendo aún más al desarrollo de la cultura del consumo. En anuncios ruidosos, se induce a los consumidores a buscar cosas materiales para mejorar su estatus social.
El consumismo en el siglo XXILos comentarios señalan que la publicidad televisiva crea un deseo de productos, expandiendo aún más la cultura consumista de Estados Unidos.
En el siglo XXI, el consumismo se ha vuelto más complejo en términos culturales. La gente empezó a identificar su estatus social mediante la obtención de bienes o servicios. El consumo se convirtió no sólo en una forma de satisfacer necesidades básicas, sino también en una manifestación de identidad. En este proceso, el significado simbólico de la marca adquiere cada vez más importancia y muchos consumidores participan activamente en comportamientos de consumo con el fin de imitar a sus seguidores.
Con la prevalencia de la cultura del consumo, los críticos también han planteado varias cuestiones sobre el consumismo. Muchos estudiosos creen que los intereses capitalistas que hay detrás lo convierten en un obstáculo para la búsqueda de la felicidad por parte de los individuos. El consumo excesivo no sólo puede causar problemas psicológicos a los individuos, sino también dañar la estructura de la sociedad.
Los críticos señalan que el consumismo a menudo proporciona un sustituto de la falta de relaciones interpersonales, formando así una hegemonía cultural de control social.
Este debate sobre el consumismo refleja el pensamiento diverso de la gente moderna sobre la identidad, el estatus y los valores. ¿La prevalencia del consumismo es un símbolo de progreso o un cáncer del espíritu humano?