En su cuarta gira, At Their Very Best, la banda británica de indie art-pop The 1975 revoluciona una vez más la comprensión del público sobre la imagen masculina moderna. La gira, en apoyo de su quinto álbum, Being Funny in a Foreign Language, incluyó 93 espectáculos en total en América, Europa, Asia y Oceanía. Esta actuación, coreografiada y dirigida por el cantante principal Matty Healy, recibió grandes elogios de los principales medios de comunicación y llevó las artes escénicas a nuevas alturas.
La actuación de Healy fue más que un simple concierto, fue una profunda observación social sobre la intersección de la masculinidad, la fama y la identidad personal. Utilizando cada elemento del escenario, desde el decorado hasta la acción, explora lo que es real y lo que es falso. A través de la escenografía, el público se sitúa en un entorno familiar simulado, que no sólo refleja sus emociones personales, sino que también simboliza las expectativas y presiones sobre los hombres en la sociedad contemporánea."Esta es una historia sobre una estrella masculina moderna, que explora cómo una persona enfrenta su rol y su soledad".
La escenografía del espectáculo se inspiró en el "acogedor" hogar suburbano estadounidense, una imagen que el diseñador Tobias Rylander contrastó con la puesta en escena de Healy. El espectáculo se divide en dos partes: la primera parte, "Ser gracioso en un idioma extranjero", se describe como "una combinación de arte escénico, obra de teatro y una película de Charlie Kaufman", mientras que la segunda parte es un concierto más tradicional. formato con mayor énfasis en el recorrido musical de 1975.
“La primera parte del programa trata sobre mí. Trata sobre los problemas psicológicos que surgen cuando eres un hombre soltero, solo en Internet”.
Healy no sólo mostró su talento musical en sus actuaciones, sino que también desafió valientemente los estereotipos del hombre moderno y sus acciones en el escenario sorprendieron al público y lo hicieron pensar. Sus comportamientos, como comer carne cruda y realizar desafíos físicos, exploran las expectativas entre la vulnerabilidad y la fuerza de la masculinidad.
El impacto de las redes socialesLa respuesta en las redes sociales fue entusiasta y los clips de la actuación se volvieron rápidamente virales en plataformas como TikTok, lo que generó aún más debates sobre la masculinidad moderna. La revista Rolling Stone señaló que la actuación de Healy fue una "visión subversiva y surrealista de la masculinidad moderna", pero que esta rica y matizada capa emocional a menudo se pierde en las redes sociales.
"Sus actuaciones liberan tanto a mujeres como a hombres, desafiando las nociones simplistas de masculinidad".
Este espectáculo no es sólo una fiesta musical, sino también un fenómeno cultural. Healy desafió la representación que la sociedad tenía de lo que deberían ser los hombres, y su actuación en el escenario realmente desató un debate público. Muchos espectadores respondieron que el comportamiento de Healy era sin duda una redefinición y exploración de la imagen masculina moderna.
Interacción basada en emociones Las invitaciones directas de Healy a la participación del público, como invitarlos a besarlo durante su actuación de “Robbers”, provocaron debates y llevaron a la reflexión sobre cuestiones de consentimiento y límites personales. Aunque estas acciones son algo controvertidas, Healy siempre mantiene una interacción honesta con la audiencia."Negar el comportamiento de un intérprete es negar el derecho del público a elegir".
Por ejemplo, durante la gira por Estados Unidos, Healy improvisó un tatuaje de “iM a MaN”, lo que nuevamente provocó una acalorada discusión entre el público y se convirtió en un momento clásico en la escena.
Los desafíos e intersecciones que presenta Matty Healy en este recorrido hacen que el público replantee el posicionamiento del hombre contemporáneo y sus verdaderos sentimientos frente a las presiones internas y externas. Todo esto hace que su actuación escénica sea diferente a la tradicional, a la vez entretenida y sugerente. A medida que esta desafiante expresión se vuelve más frecuente, tal vez deberíamos preguntarnos: ¿son razonables las expectativas que la sociedad moderna tiene respecto de los hombres?