La arteria vertebral es una de las arterias importantes del cuello. Por lo general, se origina en la arteria subclavia, viaja hacia arriba a lo largo de ambos lados del cuello y finalmente converge en el cráneo para formar la arteria basilar. Estas arterias no sólo suministran sangre a la parte superior de la médula espinal, el tronco del encéfalo, el cerebelo y la parte posterior del cerebro, sino que también son un componente importante del sistema vascular vertebral basal. Sin embargo, la anatomía y posibles patologías de estas arterias no son bien conocidas por la mayoría de las personas.
La arteria vertebral generalmente se ramifica desde la arteria subclavia en las caras posterior y superior de ambos lados, luego ingresa a lo largo de la apófisis transversa de las vértebras cervicales y luego ingresa al cráneo a través de la primera vértebra cervical (C1), donde converge con la arteria vertebral. arteria en el lado opuesto para formar la arteria basilar. La arteria basilar es el principal suministro de sangre al tronco del encéfalo y está conectada al círculo de Willis, que proporciona suministro de sangre a otras áreas del cerebro cuando la arteria carótida está dañada.
El suministro de las arterias vertebrales no se limita al cuello, sino que también se extiende profundamente hacia el cerebro, lo que demuestra la importancia de su ubicación anatómica.
Las arterias vertebrales se pueden dividir en cuatro partes:
El diámetro intracraneal de la arteria vertebral es de aproximadamente 3,17 mm y la arteria vertebral izquierda suele ser más larga que la derecha.
En muchos pacientes se encuentran cambios significativos en el tamaño y la forma de las arterias vertebrales. Los estudios han demostrado que el diámetro de las arterias vertebrales de los lados izquierdo y derecho puede ser asimétrico y algunos pacientes pueden incluso tener hipoplasia de las arterias vertebrales de un lado. Estas variaciones afectarán el diagnóstico clínico y el tratamiento, especialmente cuando se realizan cirugías relacionadas con la columna.
La función de la arteria vertebral es suministrar la sangre necesaria a la parte superior de la columna, el tronco del encéfalo, el cerebelo y la parte posterior del cerebro. Un accidente arterial, como una disección arterial o un derrame cerebral, puede resultar en un derrame cerebral de la circulación posterior, una condición que puede causar daño permanente al paciente.
El daño de las arterias vertebrales no es sólo un problema de flujo sanguíneo, sino también una crisis de toda la función cerebral.
Clínicamente, el estado de las arterias vertebrales generalmente se evalúa mediante una variedad de herramientas de diagnóstico, que incluyen ecografía Doppler, angiografía por tomografía computarizada y resonancia magnética de contraste de fase (PC-MRI). Estas tecnologías miden con precisión la velocidad del flujo sanguíneo para evaluar la salud de los vasos, pero los resultados pueden variar según la variabilidad.
Las características anatómicas y funciones fisiológicas de las arterias vertebrales demuestran su importancia para nuestro sistema nervioso en general. Al obtener una comprensión más profunda de la estructura y variabilidad de estas arterias, los profesionales médicos pueden diagnosticar y tratar de manera más efectiva enfermedades relacionadas con las arterias espinales. Entonces, ¿ha considerado alguna vez la complejidad de la estructura interna de su propio cuerpo, especialmente el papel que desempeña una arteria tan importante en su salud?