El hipertiroidismo felino es un trastorno endocrino en el que la glándula tiroides produce un exceso de hormona tiroidea. Esta enfermedad es la enfermedad endocrina más común en los gatos. Aunque su etiología completa no se conoce por completo, desde el primer informe de hipertiroidismo felino en 1979, se ha convertido en una enfermedad bien conocida en la medicina de animales pequeños con el aumento de la investigación y el conocimiento. Una enfermedad relativamente común.
El hipertiroidismo es una de las enfermedades endocrinas más comunes en los gatos. Tiene diversas causas y el diagnóstico y tratamiento oportunos son cruciales para mejorar la calidad de vida de los gatos.
Las principales causas del hipertiroidismo en los gatos suelen ser tumores benignos, incluidos los adenomas de células foliculares y la hiperplasia adenoide multinodular. Aunque sólo entre el 1% y el 3% de los casos son causados por malignidad, en algunos casos puede ser difícil distinguir entre ambos. Algunos estudios han demostrado que la ingesta excesiva de yodo puede causar disfunción tiroidea en los gatos, pero estudios a largo plazo han demostrado que los gatos son capaces de regular los niveles de hormona tiroidea dentro de un rango seguro.
Signos y síntomasLos síntomas de esta afección generalmente se desarrollan lentamente y pueden ser tan sutiles en las primeras etapas que el diagnóstico puede llevar meses o incluso años. El síntoma más común es la pérdida de peso, que ocurre en casi todos los gatos con hipertiroidismo. Además, los gatos pueden experimentar aumento del apetito, inquietud, aumento del ritmo cardíaco y consumo excesivo de agua y micción. A algunos gatos incluso se les pueden diagnosticar soplos cardíacos, vómitos y otros síntomas menos comunes, como diarrea o temblores musculares.
Si no se reconocen los primeros síntomas del hipertiroidismo, puede provocar un empeoramiento de la enfermedad y afectar la salud general de su gato.
Las pruebas de la función tiroidea deben incluirse en el examen de rutina de los gatos mayores. Generalmente se realiza un análisis de sangre completo para medir los niveles séricos de hormona tiroidea. El diagnóstico temprano es crucial para evitar que la afección se agrave, especialmente si su gato desarrolla complicaciones como enfermedad cardíaca.
Varios estudios han identificado factores de riesgo de hipertiroidismo en gatos, incluidas dietas, razas y entornos externos específicos. Las opciones de tratamiento se pueden dividir en dos categorías: terapia médica y tratamiento quirúrgico. La afección se puede controlar con medicamentos antitiroideos como el metimazol, pero la terapia con yodo radiactivo y la tiroidectomía son opciones más radicales.
El tratamiento del hipertiroidismo no es sólo un tratamiento para la enfermedad en sí, sino también una forma importante de mejorar la calidad de vida de los gatos.
A medida que los gatos envejecen, aumenta el riesgo de desarrollar hipertiroidismo, lo que sin duda requiere que todo dueño de gatos preste más atención a la salud de sus gatos al llevarse bien con ellos. ¿Estás preparado para la salud y el bienestar de tu gato?