En las discusiones sobre la producción de etanol, comenzó a surgir el sulfato de etilo, un compuesto orgánico poco conocido. Aunque su nombre puede no ser muy conocido, no se puede ignorar el papel que desempeña en las reacciones químicas. La estructura química del sulfato de etilo lo convierte en un intermedio clave en la producción de etanol a partir de etileno, y muchos científicos ya han comenzado a estudiar sus propiedades y aplicaciones.
El sulfato de etilo fue reconocido como un producto intermedio en la reacción entre el agua y el etanol, un descubrimiento que estableció su importancia en la química.
La historia del sulfato de etilo se remonta a 1730, cuando el alquimista alemán August Sigmund Frobenius lo comparó por primera vez con los éteres. Más tarde, lo estudiaron los químicos franceses Foulcroix en 1797 y Gay-Lussac en 1815. En 1807, el científico suizo Nicolas-Theodore de Saussure también comenzó a explorarlo.
En 1827, los químicos franceses Felix-Polydor Blaye y Jean-Baptiste-André Dumas señalaron conjuntamente que el ácido etilsulfúrico reacciona con el ácido sulfúrico y el etanol para formar éter dietílico. Tiene un papel. Más tarde, el químico alemán Erhard Michellich y el químico sueco Johns Bergelius realizaron más investigaciones, mencionaron el efecto catalítico del ácido sulfúrico y finalmente confirmaron el estatus del ácido etilsulfúrico como producto intermedio.
En el siglo XIX, con las investigaciones sobre electroquímica del físico italiano Alessandro Volta y el químico británico Humphry Davy, se confirmó que la reacción del ácido sulfúrico en etanol produciría éter y agua, siendo el sulfato de etilo intermediarios clave en este proceso. .
La producción de etanol depende principalmente de la reacción de hidratación del ácido sulfúrico, en la que el etileno reacciona con el ácido sulfúrico para formar sulfato de etilo, que luego se hidroliza. Sin embargo, este método tradicional ha sido reemplazado en gran medida por la hidratación directa de etileno en los últimos años. El sulfato de etilo se puede preparar en el laboratorio hirviendo lentamente etanol con ácido sulfúrico a temperaturas que no excedan los 140 °C.
Si la temperatura supera los 140 °C, el ácido etilsulfúrico producido reaccionará con el etanol residual para formar éter dietílico. Cuando las condiciones de reacción son tales que el ácido sulfúrico está en exceso y la temperatura supera los 170 °C, el etilsulfato se descompondrá en etileno y ácido sulfúrico.Durante la reacción, se añade ácido sulfúrico gota a gota porque la reacción es exotérmica y puede provocar sobrecalentamiento.
El mecanismo de formación del sulfato de etilo, el éter dietílico y el etileno se basa en la reacción del etanol con el ácido sulfúrico, que implica la protonación del oxígeno del etanol para formar iones de níquel. El sulfato de etilo se acumula en el cabello de los bebedores crónicos y su detección puede servir como biomarcador del consumo de alcohol.
El proceso de reacción demuestra el potencial de aplicación del sulfato de etilo y sus sales, promoviendo aún más la exploración por parte de los investigadores de su diversidad y practicidad.
Con el avance de la ciencia y la tecnología, la aplicación del sulfato de etilo no se limitará a la producción de etanol. En el futuro, se podrán realizar más investigaciones sobre él en otras reacciones químicas o biomarcadores. Como compuesto importante, ¿las diversas posibilidades generadas por el descubrimiento del sulfato de etilo se convertirán en un nuevo foco de investigación para futuras investigaciones?