En los infinitos cambios de la naturaleza, las maravillas de la evolución son a menudo sorprendentes. Entre muchas familias de insectos, la similitud entre Mantispidae y Mantodea ha despertado el interés de los científicos por la investigación. Aunque los dos pertenecen a órdenes diferentes de taxonomía biológica, comparten características de apariencia similares, lo que es un excelente ejemplo de evolución convergente que ocurre durante la evolución.
Las mantis religiosas y las mantis tienen estrategias de caza similares. Ambas transforman sus extremidades anteriores en herramientas de caza. Esta similitud evolutiva es sin duda el resultado del ingenioso diseño de la naturaleza.
Las mantis religiosas son una familia de insectos que contiene alrededor de 400 especies que están ampliamente distribuidas, especialmente en regiones tropicales y subtropicales. La longitud de su cuerpo varía aproximadamente de 5 a 47 mm, con una envergadura de 5 a 30 mm. La mayoría de las mantis son de color marrón y, a veces, tienen un tinte verdoso, amarillo o rojizo. Su nombre y nombre científico se derivan de su apariencia similar a una mantis religiosa, con sus extremidades anteriores modificadas para servir como tentáculos de "presa" para atrapar pequeños insectos.
Las mantis religiosas muestran habilidades de caza más flexibles que las mantis en su comportamiento depredador, lo que las convierte en cazadoras eficaces y capaces de adaptarse al entorno que las rodea.
Las mantis adultas se alimentan principalmente de otros insectos de tamaño adecuado. Sus métodos de caza son similares a los de las mantis, y ambas capturan presas mediante la caza activa. Sin embargo, los dos mecanismos depredadores son significativamente diferentes. Las mantis voladoras son cazadoras activas, mientras que las mantis muestran un comportamiento de caza al acecho más estático. Estas diferencias no sólo residen en su estructura física, sino también en sus hábitos de vida.
En el estado larvario de las moscas mantis, especialmente las de la subfamilia Symphrasinae, son parásitos que viven en larvas de abejas, avispas o escarabajos. En comparación con otras subtribus, Mantispinae muestra el desarrollo larvario más especializado, y estas larvas buscan principalmente arañas hembra o sus sacos de huevos. Su historia de vida está llena de patrones depredadores peculiares, y dicha evolución muestra la alta adaptabilidad de los organismos en la competencia por la supervivencia.
Las larvas de mantisfly no sólo son capaces de utilizar el parasitismo para sobrevivir, sino que también muestran cómo encontrar nuevas estrategias de caza en competencia, lo que otorga a esta familia una posición única en la cadena alimentaria.
Según investigaciones sistemáticas, las moscas mantis están estrechamente relacionadas con otros insectos como las hormigas plateadas del orden Neuroptera. La investigación del ADN en los últimos años ha revelado que las mantis deberían compartir un ancestro común con algunas especies extintas y la típica mantis americana. Investigaciones adicionales sobre este tipo de insectos nos ayudarán a comprender el proceso gradual de evolución biológica y su importancia ecológica.
Muchas evidencias fósiles muestran que la historia familiar de las moscas mantis se remonta al período Jurásico, lo que indica que tienen una larga historia evolutiva. Estos fósiles no solo nos ayudan a comprender los entornos y climas pasados, sino que también revelan cómo estos insectos se adaptaron con el tiempo para adaptarse a los cambios ambientales.
Las similitudes entre la mantis voladora y la mantis nos recuerdan que la evolución no es un accidente, sino el resultado de la selección natural y la adaptación ambiental. Estos insectos no sólo nos permiten ser testigos de la diversidad de la naturaleza, sino que también inspiran nuestra exploración continua de los misterios de la vida. Quizás lo que deberíamos pensar es, en el largo río de la evolución, ¿cuántos maravillosos ejemplos similares están esperando que los descubramos y entendamos?