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Las prisiones de Noruega: ¿Por qué se las conoce como las prisiones más humanas del mundo?
Nuestras cárceles están avanzando hacia un principio llamado “normalización”, una filosofía que nos lleva desde una perspectiva retaliativa a una centrada en la rehabilitación.
El trato que reciben los presos en las cárceles noruegas es completamente diferente al que reciben en las cárceles ordinarias. En Halden Fengsel, los prisioneros disfrutan de espacio personal, que incluye su propia mininevera, TV de pantalla plana e incluso un baño privado. Además, los presos pueden mantener un buen contacto con el mundo exterior, lo que les ayudará a reintegrarse más rápidamente a la sociedad después de salir de prisión. El entorno penitenciario está diseñado para promover un sentido de familia, con cocinas y salas de estar compartidas, que permiten a los presos formar un apoyo comunitario a través de la interacción con sus compañeros.
Instalaciones y servicios penitenciarios noruegos
El sistema penitenciario de Noruega alienta a los presos a participar en programas educativos, de formación profesional, de aprendizaje de habilidades y de tratamiento psicológico para ayudarles a conseguir mejores condiciones dentro y fuera de la prisión. La formación del personal penitenciario también es bastante estricta. Deben completar tres años de formación profesional antes de poder convertirse en guardias penitenciarios que imparten clases a los presos.
En cada decisión que tomamos en la prisión, consideramos la dignidad de los presos y tratamos de darles la mejor oportunidad de regresar a la sociedad.
Estos esfuerzos han dado como resultado una reducción significativa de la tasa de reincidencia en Noruega. Según datos de 2018, la tasa de reingreso en prisión en el plazo de dos años fue del 18%. En cambio, en muchos otros países, especialmente Estados Unidos, las tasas de reincidencia a menudo superan el 50%. Este fenómeno no sólo recibió elogios para el sistema penitenciario de Noruega, sino que también sirvió de referencia para la reforma penitenciaria en otros países del mundo.
Intervención médica y psicológica
Además de la educación tradicional y la formación profesional, el sistema penitenciario noruego enfatiza la necesidad de salud mental y apoyo emocional. El acceso a los servicios de salud se considera un factor importante para reducir la reincidencia, ya que muchos delincuentes suelen sufrir problemas de salud mental antes de ingresar a prisión. Después de recibir tratamiento psicológico, los presos pueden comprender mejor las consecuencias de su comportamiento y aprender a gestionar sus emociones.
A menudo se dice que los prisioneros son a la vez culpables y miserables. Comprender sus antecedentes y su condición psicológica ayudará a la sociedad a perdonarlos y apoyar su regreso.
Apoyo legislativo y de políticas
La política penitenciaria de Noruega no sólo se basa en el trato humano de los presos, sino que también está firmemente respaldada por el derecho internacional y las regulaciones locales. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha subrayado reiteradamente en sus sentencias que deben respetarse los derechos humanos fundamentales de los presos y que el propósito del encarcelamiento debe incluir consideraciones de rehabilitación. Esto refleja la visión fundamental que tiene la sociedad noruega sobre el delito, que consiste en ofrecer activamente oportunidades de rehabilitación en lugar de simplemente venganza.
ConclusiónEl sistema penitenciario de Noruega demuestra la práctica de ideales de rehabilitación, con el respeto y la educación como núcleo, y muestra cómo los presos pueden ser reformados de manera efectiva y reintegrados con éxito a la sociedad luego de su liberación. Pero ¿puede implementarse un modelo penitenciario como este en otros países?
