La pérdida de dientes es un fenómeno común, pero no siempre es normal. La pérdida de dientes de leche en los jóvenes es un proceso natural, pero la pérdida de dientes en los adultos suele ser causada por una enfermedad o lesión. Las investigaciones muestran que la pérdida de dientes no sólo afecta la salud bucal, sino que también tiene un impacto negativo en la salud general y puede provocar problemas psicológicos como la depresión.
En los niños, la pérdida de dientes suele comenzar a los seis años y continúa entre los doce y doce años. Durante este tiempo, los dientes temporales son reemplazados gradualmente por dientes permanentes en una secuencia específica:
Los incisivos centrales superiores e inferiores generalmente se pierden entre los seis y siete años; los incisivos laterales superiores e inferiores se pierden entre los siete y ocho años; los caninos superiores se pierden entre los diez y doce años; los caninos inferiores se pierden entre los diez y los doce años. Cae entre los nueve y los doce años.
Además, los primeros molares superiores e inferiores se caen entre los nueve y los once años, mientras que los segundos molares superiores e inferiores se caen entre los diez y los doce años.
A medida que envejecemos, los dientes permanentes se ven afectados por fuerzas como la masticación normal y pueden quedar expuestos a fuerzas anormales como el rechinar y las lesiones traumáticas. Además, las enfermedades bucodentales también son uno de los principales factores que afectan a la salud dental.
La forma más eficaz de prevenir la pérdida de dientes es prevenir la aparición de enfermedades bucales. Las principales causas de pérdida de dientes incluyen las caries y las enfermedades de las encías. La caries dental es causada principalmente por la invasión bacteriana causada por la acumulación de placa dental en la superficie del diente, y la caries continua sin tratar conducirá a la destrucción del diente.
Los buenos hábitos de higiene bucal, como cepillarse los dientes dos veces al día con pasta dental con flúor y usar hilo dental, pueden reducir significativamente el riesgo de pérdida de dientes.
Los exámenes dentales cada seis meses también son clave para proteger sus dientes.
Para las personas que practican deportes de contacto, el uso de protectores dentales y cubiertas faciales, como cascos de fútbol, puede reducir el riesgo de traumatismo bucal. Usar un protector bucal por la noche también es una forma eficaz de prevenir el rechinar de dientes durante la noche.
Las investigaciones han señalado que existe una clara correlación entre fumar y la pérdida de dientes en los Estados Unidos, Japón, Alemania, Italia y otros países. Las investigaciones muestran que fumar más aumenta el riesgo de pérdida de dientes y, a la inversa, dejar de fumar reduce la posibilidad de pérdida de dientes.
La ingesta nutricional adecuada es esencial para la salud dental. La ingesta de los nutrientes necesarios puede mantener fuerte el esmalte dental. Sin embargo, la pérdida de dientes es más común entre personas con una situación económica más pobre.
Muchas enfermedades pueden causar indirectamente la pérdida de dientes. Estas enfermedades pueden provocar enfermedad periodontal o pérdida ósea, lo que puede acelerar la pérdida de dientes. Las enfermedades comunes asociadas con la pérdida de dientes incluyen enfermedades cardiovasculares, cáncer, osteoporosis y diabetes.
Si bien proteger y mantener la integridad de sus dientes naturales es su mejor opción, existen tres alternativas básicas cuando se pierden dientes: puentes fijos, dentaduras postizas e implantes dentales. Cada opción tiene sus pros y sus contras.
Las alternativas no removibles, como puentes dentales o implantes dentales, ofrecen a los pacientes la mejor sensación de seguridad y bienestar.
En algunos casos, los defectos pequeños se pueden reparar mediante técnicas como el puente de resina o el puente Maryland.
Un equipo de investigación japonés ha regenerado con éxito dientes completamente funcionales en ratones. Extrajeron células epiteliales y células mesenquimales de ratones, cultivaron "embriones" de dientes y los implantaron en el hueso del defecto del diente.
En última instancia, esta tecnología puede convertirse en una futura opción de tratamiento para reemplazar los dientes perdidos.
Mantener una buena higiene bucal y llevar un estilo de vida saludable no solo previene la pérdida de dientes sino que también promueve la salud general. ¿Has empezado a prestar atención a tu salud dental y a tomar medidas para protegerla?