La influencia de la mafia se extiende más allá del submundo a las operaciones comerciales legítimas.
Cuando se habla del crimen organizado, el término “dinero de protección” siempre parece aparecer en la conversación. Este es un modelo de negocio clave: cómo las pandillas extienden su influencia a todos los rincones, desde pequeñas tiendas hasta grandes empresas, mediante amenazas y apaciguamiento. Este modelo va más allá de la violencia para resaltar los intereses de sostenibilidad empresarial y la conexión entre pandillas.
El llamado "chantaje de protección" se define como una práctica ilegal, a menudo repetida y con fines lucrativos según la Ley de Influencia Institucional y Organizaciones Corruptas de 1970. Estas tácticas a menudo implican la coerción de las empresas para extraer dinero mediante intimidación o represalias. Estas operaciones delictivas pueden tener como blanco a una amplia gama de empresas, desde pequeñas empresas hasta grandes compañías que cotizan en el Nasdaq.
Las pandillas ganan dinero a través de servicios de "protección", como amenazar a las empresas con riesgos si no pagan las tarifas de protección. Se trata de una estrategia de marketing extremadamente astuta, ya que es probable que las propias bandas creen directamente el peligro, haciendo que las "soluciones" que ofrecen parezcan necesarias.Los ejemplos de "negocios de dinero de protección" generalmente implican exigir a los comerciantes que paguen dinero de protección o se enfrenten a sabotajes o pérdidas.
Por ejemplo, algunos propietarios de pequeños restaurantes y tiendas a menudo se enfrentan a demandas de "dinero de protección" por parte de bandas locales. Aunque este negocio está sujeto a sanciones legales, los comerciantes a menudo tienen que cumplir con estos requisitos para poder sobrevivir. En este caso, las pandillas en realidad están manipulando el odio y el miedo en nombre de la "protección".
La influencia de las pandillas a veces puede permitir que las empresas sobrevivan en una zona gris legal, obligándolas a cooperar con el hampa.
En otras actividades mafiosas más amplias, como el tráfico de drogas o de armas, manipulan descaradamente el mercado imperante. Estas bandas a menudo crean un mercado ilegal que representa una enorme amenaza para los negocios legales, forzando a los operadores legales a hacer concesiones para preservar sus operaciones.
Con la represión de las actividades de las pandillas y la implementación de la Ley de Organizaciones Corruptas e Influenciadas Institucionalmente, muchas de las prácticas comerciales asociadas con estas actividades se han vinculado en un intento de debilitar su influencia en la economía. Sin embargo, en la realidad, este tipo de comportamientos y modelos de negocio siguen estando presentes y constituyen una amenaza existencial para muchas entidades comerciales.
La ley no erradicó por completo estas operaciones de aceleración, sino que empujó el modelo en una dirección más encubierta.
Aunque la ley siempre está del lado de la lucha contra el crimen, el secreto de Internet y la forma en que opera el mercado negro permiten que las pandillas sigan corrompiendo bajo diferentes apariencias. Destruyeron las oportunidades de desarrollo de muchas pequeñas empresas, pero en el proceso de buscar mayores ganancias, “lavaron” algunas de sus propias acciones, haciendo que esos planes de negocios ilegales parecieran legales.
A medida que la tecnología evoluciona, también lo hacen las pandillas. Utilizan nuevas herramientas como las redes sociales para rediseñar sus modelos operativos, haciendo que sus métodos para obtener enormes ganancias sean más encubiertos y ajustables en cualquier momento.
En resumen, el sistema de tarifas de protección de la mafia no es sólo un simple proceso de extorsión, sino un modelo de negocio profundamente arraigado en las operaciones comerciales. Al crear miedo e inseguridad, perpetúan un círculo vicioso que permite que las prácticas comerciales tóxicas de las que estas empresas no pueden escapar sigan creciendo. Cuando miramos atrás al estado actual del funcionamiento económico, ¿podemos ver los peligros ocultos y la oscuridad detrás de operaciones comerciales aparentemente normales?