El concepto de ritualización se refiere a la atribución de significado cultural, social o religioso a algunas conductas o acontecimientos que originalmente no tenían significado comunicativo. Esta perspectiva destaca cómo las acciones cotidianas pueden transformarse en rituales con un significado más profundo, a menudo realizados dentro de un contexto cultural o religioso. En estos rituales, los comportamientos repetitivos, simbólicos y normativos llevan el significado religioso o cultural de una comunidad específica, promoviendo así la unidad social, transmitiendo conocimientos culturales y regulando las emociones.
El concepto de ritualización fue propuesto por primera vez por Edmund Selous en 1901 y establecido por Julian Huxley en 1914. A medida que pasa el tiempo, el alcance de la investigación sobre la ritualización continúa ampliándose, incluyendo la etología, la antropología, la psicología, la sociología, las ciencias cognitivas y otros campos. En etología, la ritualización se refiere al proceso evolutivo de transformar conductas no comunicativas en conductas comunicativas. Nico Chimburg amplió el concepto de ritualización en su ensayo de 1951 "Estudios sobre los instintos" para enfatizar cómo ciertos comportamientos animales se convierten en medios de comunicación más eficaces a través de un proceso de selección y refinamiento.
Los comportamientos ritualizados a menudo ocurren en formas altamente estereotipadas dentro de una especie determinada y no dependen de ningún significado fisiológico directo. Este fenómeno se observa tanto en animales no humanos como en humanos. Por ejemplo, Konrad Lorenz estudió el comportamiento ritualizado en animales como los gansos grises y descubrió que era importante en el desarrollo animal. Descubrió que cuando los gansos grises veían huevos fuera del nido, realizaban una acción refleja para recuperarlos, y las musarañas acuáticas también mostraban comportamientos repetidos en la misma situación.
"La ritualización es un comportamiento que no depende de un significado fisiológico directo y ocurre de una manera altamente estereotipada en una especie específica."
Investigaciones anteriores han señalado que la ritualización cumple varias funciones principales:
En 1912, Emile Durkheim teorizó la distinción de cohesión social en su libro "Formas elementales de vida religiosa". Creía que los rituales sirven como pegamento que une a la sociedad y fortalece el sentido compartido de identidad y valores de los miembros. Existen diferencias fundamentales en estructura y función entre la sociedad tradicional y la sociedad moderna, lo que resalta la importancia de la ritualización. A diferencia de las sociedades modernas, la cohesión mecánica en las sociedades tradicionales se basa en creencias y valores compartidos entre sus miembros, y desviarse de ellos se considera pecado. Estos rituales pueden proteger la estabilidad de la sociedad y limitar el comportamiento desviado individual.
“La ritualización es clave para mantener la cohesión mecánica, reforzando las normas sociales existentes a través de rituales compartidos”.
La ritualización está estrechamente relacionada con el trabajo de Catherine Bell, quien adoptó una perspectiva menos funcionalista. Incorpora la teoría de la práctica de Pierre Bourdieu en su discusión sobre la ritualización, proporcionando una nueva perspectiva sobre la ritualización.
La ritualización es el proceso crucial de transformar acciones, comportamientos y eventos ordinarios en rituales imbuidos de significado cultural, social o religioso. Comprender el concepto de ritualización y sus múltiples funciones puede proporcionar información sobre las prácticas sociales y culturales humanas. Investigaciones futuras podrían ampliar el alcance de la investigación sobre la ritualización al profundizar en las respuestas e interacciones psicológicas y fisiológicas involucradas en este proceso. ¿Los comportamientos rituales de los animales inspirarán a los humanos a pensar más profundamente sobre su propia cultura?