John Ruskin fue un erudito británico que nació el 8 de febrero de 1819 y murió el 20 de enero de 1900. Su nombre provocó una respuesta favorable en la época victoriana, ya que tuvo un profundo impacto en diversos campos, incluidos la literatura, el arte, la reforma social y la protección del medio ambiente. La versatilidad de Ruskin, de literato a historiador del arte, lo convirtió en uno de los pocos genios de la época victoriana.
Ya sea en sus escritos o en su crítica de arte y crítica social, Ruskin enfatizó las conexiones entre la naturaleza, el arte y la sociedad.
Ruskin nació en Londres, su padre era un comerciante de vinos y su madre era una cristiana devota. Ruskin fue influenciado por la educación de su familia cuando era joven. Su madre le enseñó a leer la Biblia, lo que tuvo una profunda influencia en su estilo de escritura posterior. La educación de Ruskin no se limitó a las escuelas tradicionales, sino que también incluyó tutores y viajes. Sus horizontes se abrieron durante los primeros viajes, y estas experiencias moldearon su conocimiento y comprensión del arte.
La primera obra importante de Ruskin, Pintores modernos, se publicó en 1843 y fue una defensa de la obra del pintor J. M. W. Turner. Sostuvo que la principal tarea de un artista es ser "fiel a la naturaleza", es decir, estar arraigado en la vida y en la observación cuidadosa. Esta visión influyó en la siguiente generación de artistas, especialmente los prerrafaelitas, a quienes Ruskin apoyó.
Ruskin no escatimó esfuerzos en la literatura, desde la prosa, la poesía hasta las conferencias, su estilo y forma son únicos.
Con el tiempo, el trabajo de Ruskin se centró cada vez más en cuestiones sociales y políticas. Su "Unto This Last" (Unto This Last), publicado en 1860, marcó su énfasis en las cuestiones sociales. El libro exploró profundamente la difícil situación de la clase trabajadora y la justicia social. Ruskin fundó St. George's Guild, una organización que todavía existe hoy y se dedica al bienestar social y la educación artística.
Aunque la influencia de Ruskin disminuyó a finales del siglo XIX, su reputación se ha recuperado gradualmente desde la década de 1960. Los académicos han reevaluado su trabajo y han descubierto que su temprana atención a cuestiones como la protección del medio ambiente, el desarrollo sostenible y el consumo ético siguen siendo importantes e inspiradoras en la actualidad.
En sus últimos años, Ruskin continuó escribiendo, explorando la estética, la moralidad y la justicia social. Sus ideas sentaron una base sólida para la evaluación del arte moderno y tuvieron un impacto duradero en los movimientos sociales y artísticos posteriores. Muchos artistas y pensadores contemporáneos prestan cada vez más atención a la teoría de Ruskin y la aplican a cuestiones sociales y medioambientales modernas.
Su trabajo no solo evalúa el arte, sino que también inspira conversaciones sobre la sociedad, el medio ambiente y el consumo ético.
Ruskin fue sin duda el erudito victoriano que cerró la brecha entre el arte y la sociedad. Con sus reflexiones sobre la naturaleza, la artesanía y la ética, las ideas de Ruskin para promover la protección del medio ambiente y la justicia social todavía hoy invitan a la reflexión. ¿Cómo incorporamos sus pensamientos del pasado a conversaciones y acciones futuras?