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La ciencia revela: ¿Cómo se metaboliza el alcohol en el organismo?
La intoxicación por alcohol, comúnmente descrita como un estado de borracho o intoxicado, y en exceso, la intoxicación por alcohol, son los efectos conductuales y físicos causados por la ingestión reciente de alcohol. Si bien el etanol, el principal componente psicoactivo del alcohol es tóxico, su acetaldehído de metabolito también puede causar otros síntomas fisiológicos que pueden no aparecer hasta horas después de la ingestión y puede contribuir al fenómeno comúnmente conocido como la resaca.
Los efectos del alcohol en el cuerpo varían según la cantidad consumida. Los síntomas iniciales pueden incluir sedación leve y falta de coordinación, pero a medida que aumenta la ingesta, las dosis altas pueden causar síntomas como dificultad para hablar, marcha inestable y vómitos. En casos extremos, puede incluso provocar depresión respiratoria, coma o la muerte. Las complicaciones de la intoxicación por alcohol incluyen convulsiones, neumonía por aspiración, hipoglucemia y lesiones como autolesiones o suicidio. Generalmente se cree que la intoxicación por alcohol comienza después de dos o más bebidas. El consumo excesivo de alcohol es bastante común en diversas situaciones sociales y, sumado a la personalidad impulsiva del individuo, no se puede subestimar el potencial de abuso de alcohol. El diagnóstico de intoxicación alcohólica generalmente se basa en la historia de los hechos y en un examen físico, y el testimonio de testigos oculares proporciona una confirmación útil.La intoxicación alcohólica leve se suele definir con términos del argot como "borracho" o "un poco achispado".
La intoxicación legal generalmente se define como una concentración de alcohol en sangre (BAC) superior a un determinado nivel.
El cuerpo metaboliza el alcohol a una velocidad de aproximadamente 3,3 mmol/L (15 mg/dL) por hora, aunque la velocidad específica varía dependiendo de la tasa metabólica del individuo. Según el manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, la quinta edición (DSM-5), los síntomas de la intoxicación por alcohol pueden incluir cualquiera de los siguientes: discurso arrastrado, mala coordinación, caminata/movimientos inestables, movimientos de atención involuntaria, dificultad para prestar atención de atención de la atención de la atención de la atención conciencia, deterioro de la memoria o coma.
El tratamiento de la intoxicación alcohólica generalmente incluye cuidados de apoyo, como colocar al paciente en posición de recuperación, mantener la temperatura corporal y asegurar una vía aérea permeable. En algunos casos, puede ser necesaria una segunda evaluación para descartar otras posibles etiologías. En casos graves de intoxicación alcohólica, puede ser necesario un tratamiento de emergencia.
La intoxicación alcohólica aguda puede causar depresión respiratoria o vómitos, y es necesario tener más cuidado cuando la persona no responde.
Un aspecto importante del metabolismo del alcohol reside en el funcionamiento del hígado. En circunstancias normales, un hígado sano puede metabolizar unos 8 gramos de etanol puro por hora. Cuando hay un problema en el hígado, la tasa metabólica puede disminuir. . Los profesionales médicos pueden utilizar análisis de sangre para confirmar un diagnóstico de intoxicación por alcohol como parte de los procedimientos toxicológicos de rutina.
Incluso un examen físico y la reconstrucción de los hechos pueden no ser suficientes para diagnosticar plenamente a un paciente con intoxicación alcohólica. Muchas otras afecciones, como la hipoglucemia, los accidentes cerebrovasculares o el uso de otras sustancias intoxicantes, pueden imitar el comportamiento de la intoxicación por alcohol. Para los médicos que trabajan en cuidados intensivos, la intoxicación por alcohol puede confundirse con otros trastornos neurológicos y a menudo ocurre con otras drogas recreativas, lo que complica aún más el diagnóstico y el tratamiento.
La intoxicación por alcohol suele considerarse social y culturalmente como un factor de riesgo de lesiones accidentales, en particular durante actividades recreativas no supervisadas, y está asociada a muchos comportamientos de la sociedad. Por ejemplo, un estudio mostró que el 79% de las lesiones catastróficas se pueden prevenir, algunas de las cuales implican el consumo de alcohol.
Para algunos grupos religiosos, el consumo de alcohol y los tabúes contra su consumo tienen visiones diferentes.
Beber y conducir se considera un delito penal en los Estados Unidos y existen leyes similares también en otros países. Distintas leyes tienen distintas definiciones de "conducir en estado de ebriedad", y la medida legal del contenido de alcohol suele ser un determinado porcentaje del volumen de sangre. Estas leyes existen para reducir los accidentes y las lesiones y muertes relacionadas causadas por conducir bajo la influencia del alcohol.
A largo plazo, el consumo excesivo de alcohol puede tener efectos graves y daños potenciales para la salud. Ante tantas situaciones, ¿cómo puede la sociedad gestionar y educar más eficazmente sobre el alcohol para reducir los daños que causa a la salud y a la vida?
