La relación biológica con la orientación sexual ha sido objeto de investigaciones en curso. Los científicos aún no están seguros de las causas exactas de la orientación sexual, pero especulan que se debe a una compleja interacción de genética, hormonas e influencias ambientales. Aunque hay muchos puntos de vista diferentes, el apoyo a las teorías biológicas parece ser más sólido, especialmente en lo que respecta al origen de la orientación sexual masculina, y la evidencia de la influencia del entorno social adquirido es relativamente débil.
Las hormonas tienen efectos profundos en el feto en desarrollo y son una de las hipótesis más sólidas para explicar el desarrollo de la orientación sexual. Durante este proceso, el cerebro fetal se desarrolla inicialmente en un estado "femenino". Las regiones más críticas incluyen INAH3 (núcleo triventricular anterior) y el núcleo longitudinal de cabecera (BSTc), y las propiedades de desarrollo de estas regiones a menudo dependen de los niveles hormonales. Si el feto recibe suficiente testosterona después de 12 semanas, promoverá el crecimiento de INAH3, que ayuda a guiar el comportamiento sexual masculino, especialmente a atraer a las mujeres.
Si INAH3 no recibe suficiente testosterona y es suprimido por el estrógeno, puede provocar que adopte características femeninas, lo que puede conducir a tendencias homosexuales.
Las investigaciones muestran que los hombres ampliamente homosexuales pueden tener densidades de células INAH3 más altas que los hombres heterosexuales, aunque el número total de neuronas es similar. Esto sugiere que estos hombres pueden haber estado expuestos a niveles más bajos de testosterona durante la vida fetal o ser diferentemente sensibles a sus efectos masculinizantes.
Las investigaciones muestran que a medida que aumenta el número de hijos varones que una mujer da a luz, aumenta la posibilidad de que los hijos siguientes se sientan atraídos por personas del mismo sexo. Durante el embarazo, las células del feto masculino entran en la circulación sanguínea de la madre, lo que desencadena una respuesta inmune en la madre. Los anticuerpos posteriores pueden interferir con la sexualización del cerebro del futuro feto masculino, haciendo que parezca femenino en términos de atracción sexual. Estado predeterminado.
Los niveles de anticuerpos en la madre aumentaron con cada hijo adicional, lo que explica lo que anteriormente se conocía como el efecto del orden de nacimiento de los hermanos.
Varios estudios recientes han señalado que los factores genéticos también pueden desempeñar un papel importante en la formación de la orientación sexual. Los estudios de gemelos han demostrado que los gemelos idénticos son más consistentes en su orientación hacia el mismo sexo o hacia el sexo no opuesto, lo que puede probar la influencia de los genes en este sentido. Sin embargo, los llamados factores ambientales no son equivalentes a los factores sociales. Las influencias ambientales también incluyen partes no sociales, como las influencias durante el desarrollo fetal, que aún necesitan mayor investigación.
Si los gemelos idénticos son más consistentes en su orientación sexual, esto puede significar que no se puede ignorar la influencia de los genes en la orientación sexual.
La investigación sobre ligamiento genético muestra que ciertas regiones del cromosoma X pueden estar significativamente relacionadas con la orientación sexual masculina. En 1993, Dean Hamer y otros publicaron una investigación que demostraba que los hombres con tendencias homosexuales tienen más parientes homosexuales en sus familias maternas, lo que provocó una discusión generalizada sobre el llamado "gen gay".
Además, la investigación sobre la orientación sexual también se extiende a los sistemas de modelos animales, y estos estudios ayudan a las personas a comprender la conexión entre la biología y el comportamiento sexual.
En futuras investigaciones, los científicos no sólo necesitarán explorar los procesos biológicos durante el desarrollo fetal, sino también considerar las complejas interacciones entre la neurobiología, los genes y el medio ambiente. Finalmente, ¿comprenderemos los misterios más profundos detrás de la orientación sexual?