El desarrollo de la memoria es un proceso continuo en los bebés, que comienza casi inmediatamente a temprana edad. Las investigaciones empíricas muestran que los bebés de tan solo tres días de edad ya demuestran la sorprendente capacidad de recordar la voz de su madre. Esta investigación desafía nuestra comprensión del desarrollo de la memoria infantil y revela su importancia en la neurociencia del cerebro.
Los bebés no sólo pueden recordar la voz de su madre a los tres días de nacer, sino que también pueden desarrollar un sistema de memoria más complejo más adelante en la vida.
La investigación sobre el desarrollo de la memoria suele centrarse en las etapas de crecimiento de los bebés, los niños pequeños y los adolescentes. Sin embargo, el desarrollo de la memoria en los adultos y los ancianos es igualmente importante y no debe ignorarse. La memoria juega un papel clave a lo largo de la vida de un individuo. El desarrollo de la memoria, especialmente en la primera infancia, refleja la cognición y la comprensión que los niños tienen del mundo.
Los desarrollos estructurales del cerebro muestran que las capacidades de memoria de los bebés están estrechamente vinculadas al desarrollo cognitivo a lo largo del tiempo.
Por otro lado, la memoria sugestionable aparece antes y está influenciada por sistemas de desarrollo temprano como los ganglios basales, el cerebelo y el tronco encefálico. Estos sistemas ayudan a desarrollar habilidades fundamentales relacionadas con el aprendizaje motor y la memoria. A medida que las señales neuronales se mielinizan, la velocidad de procesamiento de la información de los bebés aumenta.
La memoria de trabajo es otro componente clave del desarrollo de la memoria. Según el modelo de Baddeley, la memoria de trabajo consta de tres partes: el sistema ejecutivo central, el bucle fonológico y el esquema visoespacial. La relación entre estas partes se desarrolla y se fortalece con la edad.
A medida que los bebés crecen y se convierten en niños pequeños, el rendimiento de la memoria de trabajo aumenta linealmente con la edad.
No sólo eso, el sistema ejecutivo central también juega un papel central en la dirección de la atención de los bebés y la solución de problemas. A medida que los niños crecen, el procesamiento de la información se vuelve más eficiente y el espacio de almacenamiento se hace mayor.
La conexión entre la emoción y la memoriaEl impacto de la emoción en la memoria es cada vez más valorado. Los estudios han demostrado que las experiencias emocionalmente intensas tienen más probabilidades de recordarse y los bebés son particularmente sensibles a los eventos emocionales positivos. Cuando los investigadores mostraron formas asociadas con emociones positivas, los bebés mostraron signos más fuertes de recordarlas.
Si los bebés forman conexiones emocionales positivas durante el proceso de memoria, su capacidad para recordar eventos mejorará.
Estas observaciones no sólo aportan información sobre el desarrollo de la memoria infantil, sino que también sugieren posibles aplicaciones futuras en la educación y el desarrollo psicológico.
ConclusiónEn resumen, las capacidades de memoria de los bebés comienzan a desarrollarse desde el nacimiento y son capaces de recordar cierta información importante incluso cuando sólo tienen tres días de vida. No se trata sólo de las conexiones que los individuos establecen en los primeros años de vida, sino también de las bases para el aprendizaje futuro, la interacción social y el autoconocimiento. A medida que se profundiza la investigación, ¿podemos comprender plenamente los secretos del cerebro infantil y cómo aprovechar al máximo este conocimiento para promover su crecimiento y aprendizaje?