El llamado "esclavo" no es sólo una extensión de la esclavitud sexual, sino una relación de intercambio de poder acordada por ambas partes.
En el mundo del BDSM, la relación entre un esclavo y un amo es un claro intercambio de poder. Esto no significa control absoluto ni coerción, sino que se basa en el consentimiento mutuo. En esta estructura, los esclavos toman el servicio y la obediencia como valores fundamentales, en lugar de una relación amo-esclavo basada en el amor. Por lo tanto, existe un profundo consenso en la naturaleza de la relación entre los participantes.
Los expertos destacan que el papel del esclavo es el de la obediencia, no el de afrontar las cosas sin problemas, sino el de la dedicación voluntaria.
Al discutir el papel de los esclavos, es importante distinguir entre los conceptos de "esclavo" y "esclavo sexual". En BDSM, la palabra "esclavo" se utiliza para describir un rol subordinado específico. No todos los actos sexuales son necesarios, y algunos esclavos pueden participar en actos sexuales sólo en determinadas situaciones, mientras permanecen sumisos en otras áreas de sus vidas el resto del tiempo.
En la comunidad BDSM, una serie de comportamientos simbólicos se incorporan a la relación entre esclavos y amos. Por ejemplo, los esclavos podían usar collares para indicar obediencia o participar en ceremonias formales para reconocer el estatus y los roles de ambas partes. Estas acciones no sólo son simbólicas, sino que también fortalecen la confianza y el compromiso entre nosotros.
En la mente de algunas personas del círculo, la ceremonia de llevar el collar es en realidad una certificación formal de su relación y tiene un profundo significado social.
El entrenamiento que los amos hacen de sus esclavos no sólo moldea el comportamiento, sino que también mejora la calidad de la relación, permitiendo que ambas partes logren una comunicación más profunda.
La naturaleza de una relación de esclavitud radica en el consenso y la voluntariedad de ambas partes. Estas relaciones suelen ser a largo plazo y pueden modificarse o revisarse según los deseos de ambas partes. Si el esclavo desea retirar su consentimiento, puede terminar legalmente la relación en cualquier momento. Esta autonomía es diferente de la esclavitud involuntaria que existió a lo largo de la historia.
Resumen El verdadero papel del esclavo es una distribución de poder y responsabilidad basada en el consenso mutuo, no un simple esclavo sexual. Entender esto nos ayuda a apreciar más profundamente la diversidad y profundidad de la cultura BDSM. ¿Puede todo el mundo comprender verdaderamente la relación en la que se encuentra?