El fenómeno de variación biológica insular, o síndrome insular, se refiere al hecho de que las especies que viven en ambientes aislados tienen características morfológicas, ecológicas, comportamentales y fisiológicas diferentes a las de la misma especie en el continente. Muestra una diferencia significativa . En estas islas aisladas, la falta de grandes depredadores y herbívoros, junto con un clima estable, ha provocado cambios en la forma en que los organismos se adaptan para hacer frente a las presiones ecológicas.
Los organismos desarrollan características diferentes en distintos entornos ecológicos como resultado de la selección natural, y los ecosistemas insulares se han convertido en los laboratorios más distintivos.Factores ambientales
Los ecosistemas insulares generalmente no pueden soportar la biomasa requerida por los grandes depredadores, lo que reduce la presión de los depredadores sobre las presas y hace que las adaptaciones morfológicas y conductuales de las especies presas sean menos importantes. Además, las islas aisladas tienden a tener una menor biodiversidad, lo que resulta en una menor competencia entre especies y una menor necesidad de que las especies ocupen nichos ecológicos distintos.
El tamaño corporal de los organismos insulares tiende a mostrar tendencias diferentes: los mamíferos pequeños pueden aumentar, mientras que los mamíferos grandes pueden disminuir. Este fenómeno se llama regla de Foster y el gigantismo insular ocurre a menudo en aves y reptiles.
Dado que las presas de las islas enfrentan poco riesgo de depredación, su comportamiento evasivo se vuelve menos importante. Por ejemplo, algunas aves isleñas perdieron la capacidad de volar, lo que les permitió concentrarse en desarrollar estructuras óseas más fuertes en lugar de mantener los músculos del vuelo.
Debido a la reducción de la selección sexual, las especies insulares también tienden a adquirir colores más lisos. Por ejemplo, los papamoscas de alas blancas machos en algunas islas tienen plumaje negro, mientras que sus contrapartes del continente tienen plumaje azul brillante.
En los ecosistemas insulares con recursos limitados, los padres a menudo optan por tener menos crías para garantizar que cada una de ellas pueda recibir una mayor inversión en cuidados, aumentando así sus posibilidades de supervivencia.
Para algunas especies insulares, el volumen cerebral relativo de estas especies disminuye debido al menor riesgo de depredación en su entorno vital, pero esto no afecta su competitividad en el ecosistema.
Las especies insulares suelen ser más dóciles y más tolerantes con los invasores. Este cambio de comportamiento refleja la relación entre el medio ambiente y la presión de depredación.
En el pasado, cuando especies exóticas ingresaban a los ecosistemas insulares, a menudo tenían efectos devastadores porque los organismos insulares carecían de mecanismos para defenderse de los depredadores. Tomemos como ejemplo el dodo de Mauricio, que estuvo a punto de extinguirse cuando los humanos introdujeron perros, gatos, cerdos y otras especies exóticas en Mauricio en el siglo XVII.
Pensando en el futuroLa adaptación y evolución de los organismos insulares no es sólo una manifestación de la selección natural, sino también una parte importante de la diversidad ecológica de la Tierra. Entonces, frente al cambio ambiental y el impacto de las actividades humanas, ¿pueden los organismos únicos de muchas islas seguir manteniendo sus características evolutivas únicas?