Con el rápido desarrollo de la economía digital, la agrupación de productos se ha convertido en una estrategia comercial común, especialmente en mercados imperfectamente competitivos. Al vender una variedad de productos o servicios en paquetes, las empresas no sólo pueden atraer consumidores sino también obtener una ventaja en un mercado altamente competitivo. El núcleo de esta estrategia es ofrecer valor a los consumidores y al mismo tiempo mejorar la eficiencia de ventas y las ganancias de la empresa.
Los expertos señalan que la clave para el éxito de las ventas en paquetes reside en la selección de la combinación adecuada. Esta estrategia se puede observar en industrias que van desde las telecomunicaciones hasta los servicios financieros, pasando por la atención sanitaria y la electrónica de consumo. Por ejemplo, las ventas combinadas de productos electrónicos de consumo permiten a los consumidores obtener un sistema de cine en casa completo a un precio preferencial, ahorrándose la molestia de seleccionarlos y comprarlos uno por uno.Las investigaciones muestran que las estrategias de agrupamiento son muy efectivas en las ventas de bienes digitales, especialmente en el caso de bienes digitales con costos marginales cercanos a cero.
Mediante la agrupación de productos, las empresas pueden aprovechar las economías de escala y alcance para reducir los costos de producción y distribución. Al igual que una gran tienda de electrónica empaquetará todos los componentes de un cine en casa y los venderá por menos que si compraras los productos individuales por separado.
Muchos consumidores generalmente aceptan más los productos empaquetados porque no sólo simplifica la decisión de compra sino que también garantiza la compatibilidad de todas las piezas.
Sin embargo, si bien esta estrategia tiene sus ventajas, también puede conducir a una reducción de la competencia en el mercado en determinadas circunstancias. Cuando las empresas combinan productos impopulares con otros populares, los consumidores pueden verse obligados a comprar productos no deseados, lo que limita sus opciones. Esto desalienta a los actores más pequeños a entrar al mercado, ya que deben competir con estos grandes empaquetadores para superar las preferencias de los consumidores por los productos ya comprados.
Por ejemplo, el caso antimonopolio de Estados Unidos contra Microsoft, en el que se demandó a Microsoft por combinar su navegador web con su sistema operativo, puso de relieve la potencial injusticia del mercado que pueden acarrear las estrategias de combinación.
La venta de paquetes no se limita a una misma industria. Muchas agencias de viajes también ofrecen paquetes de distintos productos, como billetes de avión, hoteles y actividades turísticas, para satisfacer las distintas necesidades de los consumidores.
Con la diversificación de las demandas de los consumidores, además de los paquetes integrados de productos, también están ganando atención los modelos de paquetes mixtos (es decir, los consumidores pueden optar por comprar de forma independiente o como un paquete completo). Esto aumenta la oferta de los consumidores y permite satisfacer mejor sus necesidades individuales.
Además, las estrategias de agrupación también pueden ser utilizadas por grandes empresas del sector para promocionar nuevos productos, liquidar inventarios o aumentar las ventas. Las tiendas que venden cestas de regalo no sólo pueden promover la intención de compra de los consumidores, sino también reducir los costos de promoción al agrupar productos recién lanzados.
El estudio encontró que un buen paquete debe tener cinco elementos: los consumidores creen que el valor del paquete es mayor que la suma de los productos comprados por separado; el paquete puede simplificar elecciones engorrosas; resuelve problemas del consumidor; el paquete debe ser dirigido a evitar productos innecesarios y puede despertar el interés de los consumidores.
Sin embargo, aunque la venta de productos en paquetes suele considerarse una estrategia de fijación de precios basada en el valor, también puede utilizarse en productos de lujo y mercados de alta gama. En estos mercados, incluso si el precio total del paquete es más alto que el de las compras individuales, distintos tipos de consumidores pueden optar por comprarlo debido a su atractivo general.
En última instancia, el impacto de la agrupación de productos es multifacético y complejo, ya sea en la conveniencia del consumidor, en la economía empresarial o en el panorama competitivo del mercado. Si bien esta estrategia impulsa la competencia en el mercado, también puede causar muchos problemas potenciales, que a su vez afectan el comportamiento corporativo y las elecciones de los consumidores.
En este caso, no podemos evitar preguntarnos: ¿puede la estrategia de agrupación de productos realmente aportar valor real a los consumidores o es solo una herramienta de las empresas para obtener ganancias?