La ansiedad es un desafío importante al que se enfrentan muchos estudiantes cuando aprenden un idioma extranjero. La ansiedad por las lenguas extranjeras, también conocida como "fobia a la heteroglosia", es el malestar y la ansiedad que se generan en el proceso de aprendizaje o uso de una segunda lengua. Desde las habilidades de comunicación hasta los exámenes, esta ansiedad puede surgir casi en cualquier lugar y en cualquier momento. Esto es especialmente cierto en las aulas de idiomas extranjeros, donde la mayoría de los estudiantes están expuestos a un nuevo idioma por primera vez, y el miedo a hablar y comunicarse puede afectar directamente su desempeño.
Las causas fundamentales de la ansiedad por el idioma extranjero a menudo incluyen ansiedad por la comunicación, ansiedad ante los exámenes y miedo a una evaluación negativa.
Si bien todos los aspectos del aprendizaje y uso de una lengua extranjera pueden causar ansiedad, escuchar y hablar a menudo se citan como las actividades que más ansiedad provocan. Entre ellos, la ansiedad comunicativa se refiere a la ansiedad que se siente al comunicarse con otros, especialmente en situaciones de lengua no nativa. La ansiedad ante los exámenes es una forma de ansiedad por el desempeño que a menudo se relaciona con el miedo de los alumnos a tener un mal desempeño en un examen. El miedo a la evaluación negativa es que los estudiantes se preocupan por las percepciones negativas de los comprensivos sobre sus habilidades lingüísticas.
Las investigaciones muestran que la ansiedad ante el idioma extranjero puede tener un impacto significativo en el rendimiento académico, y la ansiedad reduce significativamente la confianza en sí mismos, la autoestima y el sentido de participación de los estudiantes.
Los efectos de la ansiedad ante la lengua extranjera son evidentes, especialmente en las aulas de lengua extranjera. El desempeño de los estudiantes ansiosos y sus reacciones emocionales durante actividades de habla aleatoria se ven afectados. Es más probable que olviden lo que han aprendido al interactuar con otros, eviten conscientemente participar en las actividades de clase o opten por faltar a clase. Esta situación no se limita al aula, la ansiedad también puede extenderse a la comunicación diaria, haciendo que los individuos estén aún menos dispuestos a comunicarse con los demás.
Si bien la ansiedad por el idioma extranjero puede parecer insuperable, tanto los estudiantes como los profesores pueden tomar medidas para reducir los sentimientos de ansiedad. En primer lugar, los estudiantes deben aprender a identificar la ansiedad que sienten durante el proceso de aprendizaje y comunicarse eficazmente con los profesores. Por ejemplo, unirse a un grupo de estudio de idiomas, escribir un diario y tener una automotivación positiva son buenas opciones. Además, los profesores también desempeñan un papel importante en la creación de un ambiente de aula relajado y de apoyo, utilizando refuerzo positivo para reducir la ansiedad.
Brindar ayuda adicional además de las tutorías y realizar debates grupales puede ayudar a los estudiantes a comprender sus propias ansiedades y mostrarles que sus compañeros pueden sentir lo mismo.
En las aulas de lenguas extranjeras, factores como la distancia social y las diferencias culturales también pueden exacerbar la ansiedad por las lenguas extranjeras. Cómo integrar eficazmente estas teorías y prácticas para mejorar el rendimiento de los estudiantes sigue siendo una tarea desafiante. Además, comprender la conexión entre lengua e identidad es un foco de investigación futura.
En el proceso de aprendizaje de una lengua extranjera, la ansiedad a menudo conlleva oportunidades y desafíos. Entonces, ¿cómo podemos apoyar mejor a los estudiantes que encuentran ansiedad en el proceso de aprendizaje?