En nuestra vida diaria, los repelentes de insectos a menudo se convierten en un elemento imprescindible para las actividades al aire libre en verano. A medida que el clima global cambia y las especies de mosquitos cambian, la demanda de estos "repelentes" está aumentando, especialmente ante la amenaza de enfermedades infecciosas como el dengue, la malaria y el virus Zika, su papel es particularmente importante.
Los repelentes de insectos no sólo son eficaces para prevenir las picaduras de mosquitos, sino que también reducen la propagación de enfermedades causadas por plagas, que pueden causar tasas de mortalidad alarmantes en algunas zonas.Los repelentes de insectos generalmente se aplican sobre la piel, la ropa u otras superficies para evitar que los insectos y otros artrópodos se posen o trepen sobre ellas. Los repelentes que existen hoy en día se pueden dividir en dos categorías: sintéticos y naturales. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), el DEET (N,N-dietil-m-toluidina) es uno de los repelentes sintéticos más eficaces y su eficacia está estrechamente relacionada con su concentración.
Los repelentes sintéticos son generalmente más duraderos y efectivos que los repelentes naturales, por lo que muchos expertos los recomiendan para la prevención de epidemias en zonas de alto riesgo.
Estudios científicos han demostrado que muchos repelentes de insectos proporcionan una protección significativa contra especies específicas de mosquitos, como el mosquito de manchas amarillas (Aedes aegypti). Por ejemplo, un estudio de la Universidad Estatal de Nuevo México de 2015 descubrió que solo un repelente que no contenía DEET, el aceite de eucalipto de limón, era eficaz contra esta especie de mosquito.
Sin embargo, no todos los repelentes funcionan como se espera. La eficacia de muchos repelentes naturales tiende a desaparecer entre 30 y 60 minutos después de su aplicación. Además, las pruebas realizadas por una organización de consumidores independiente mostraron que los repelentes con DEET o icaridina agregados proporcionaban casi un 100% de protección en las primeras dos horas, mientras que los productos naturales requerían una reaplicación frecuente.
La seguridad también se convierte en un tema importante cuando se utilizan repelentes de insectos. Los repelentes químicos deben utilizarse con precaución cerca de niños y mujeres embarazadas. Debido a que los niños tienen la piel más sensible, los estudios muestran que pueden correr mayor riesgo de contacto o ingestión accidental.
En el estudio canadiense, los expertos recomendaron que si se usa DEET, se debe esperar 30 minutos antes de aplicar protector solar para reducir el riesgo de penetración profunda en la piel. Estudios independientes también han señalado que la exposición prolongada a dosis altas de DEET puede causar insomnio, alteraciones del estado de ánimo e incluso deterioro de la función cognitiva.
Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), el uso de DEET se ha asociado con una pequeña cantidad de convulsiones epilépticas, pero la incidencia es insignificante en relación con su uso generalizado.
Entre los repelentes naturales, el aceite de eucalipto y limón es muy apreciado por su baja toxicidad, mientras que ciertos aceites vegetales como la citronela y el bálsamo de pera ofrecen un efecto protector a corto plazo. Sin embargo, la eficacia de estos ingredientes naturales puede verse muy reducida debido a factores ambientales y la experiencia personal demuestra que los efectos varían de persona a persona.
Con el avance de la tecnología, se están creando cada vez más métodos nuevos de repeler insectos. Por ejemplo, en el mercado existen algunos dispositivos repelentes basados en sonido, que utilizan principalmente ondas ultrasónicas para repeler insectos, pero muchos estudios han confirmado que el efecto real de estos dispositivos es mínimo.
Si bien estas nuevas tecnologías han captado la atención de los consumidores, los resultados de investigaciones reales enfatizan que ninguna de ellas ha reemplazado la eficacia de los repelentes químicos tradicionales.
Con la intensificación de los problemas ambientales y de salud pública a nivel mundial, la investigación sobre repelentes más eficaces se ha convertido en un tema de creciente preocupación. En el futuro, es posible que aparezcan más repelentes basados en ingredientes naturales para satisfacer la demanda del mercado de una mayor seguridad. Sin embargo, durante este proceso, los consumidores deben permanecer siempre atentos para elegir las medidas de protección de seguridad que sean más adecuadas para ellos.
¿Hemos encontrado los medios más adecuados de protección contra la amenaza de las enfermedades transmitidas por mosquitos?