El hierro, este metal no sólo es un material indispensable en nuestra vida cotidiana, sino también un testigo de la historia de la humanidad. El acero está en todas partes en los edificios y vehículos que nos rodean, pero el origen de todo ello se remonta al universo, a millones de años luz de distancia. Allí, estrellas distantes produjeron hierro a través de un proceso llamado fusión nuclear, y cuando murieron esparcieron el elemento a diferentes rincones del universo, formando finalmente la Tierra tal como la conocemos.
La historia de la formación del hierro es un viaje a través del tiempo y el espacio, que comienza con una explosión de supernova en el universo.
En la superficie de la Tierra, los minerales de hierro existen principalmente en forma de óxidos de hierro, incluidos los diamantes negros, la hematita y la limonita. Los minerales varían en color desde el gris oscuro negruzco hasta el marrón rojizo, proporcionando una expresión visual diversa de su rico contenido de óxido de hierro. Los avances industriales modernos han hecho que el proceso de refinación del hierro sea más eficiente, permitiéndonos extraer hierro extremadamente rico de estos minerales y aplicarlo a diversas industrias.
Según datos recientes, la producción mundial de mineral de hierro supera los 2 mil millones de toneladas métricas al año. El 98% del mineral de hierro se utiliza para producir acero, una materia prima clave para la construcción, el transporte y otros usos. Los expertos financieros han expresado sus opiniones, señalando que el impacto del mineral de hierro en la economía mundial es solo superado por el del petróleo, lo que demuestra su importancia.
En 2011, el Financial Times citó a unos analistas que decían: El impacto del mineral de hierro en la economía global es tan grande como el de cualquier otro producto básico, quizá sólo comparable al petróleo.
Sin embargo, la historia del hierro no se limita a la extracción y el uso, sino que también incluye el reciclaje alternativo. Durante el proceso de producción de acero se genera una gran cantidad de relaves. Por cada tonelada de mineral de hierro producida, se descargan aproximadamente entre 2,5 y 3 toneladas de relaves. Estos relaves son ricos en otros metales útiles, como cobre y níquel, y también pueden convertirse en una fuente de nuevos materiales después del reciclaje.
Los métodos de extracción de hierro varían según el tipo de mineral. Los principales métodos de minería incluyen diamantes negros, rocas verdes y limonita, mientras que las mejoras tecnológicas han permitido desarrollar y utilizar recursos de mineral de hierro de baja calidad. Esto no sólo mejora la tasa de recuperación de mineral de hierro, sino que también promueve la implementación de políticas mineras ecológicas.Los métodos tradicionales de minería están siendo cuestionados y las nuevas tecnologías de reciclaje nos permiten utilizar los recursos de manera más eficiente, lo que no es sólo una consideración económica, sino también un requisito de protección ambiental.
Cuando se trata de las aplicaciones del hierro, sus usos son casi infinitos y el acero es una parte integral de nuestras vidas modernas. Sin embargo, el proceso de desarrollo humano también conlleva impactos sobre el medio ambiente. Por lo tanto, al mismo tiempo que buscamos beneficios económicos, ¿deberíamos también nuestra conciencia ambiental seguir el ritmo de los tiempos?