A medida que los casos de ataques cardíacos continúan aumentando, el cateterismo cardíaco y la tecnología de colocación de stents relacionada adquieren cada vez más importancia en el mundo médico. Entre las muchas opciones de tratamiento para la enfermedad cardíaca, la intervención coronaria percutánea (ICP) se ha convertido en una solución importante para el tratamiento de pacientes con enfermedad cardíaca coronaria. En particular, la eficacia de los stents liberadores de fármacos (SLF) para mejorar el pronóstico de los pacientes los ha convertido en una fuerza dominante en los procedimientos intervencionistas cardiovasculares actuales.
“Un stent es un dispositivo en forma de tubo que se utiliza para mantener abiertas las arterias coronarias, especialmente en pacientes que han sufrido enfermedades cardíacas y ataques cardíacos”.
Los principales tipos de stents se pueden dividir en stents liberadores de fármacos y stents de metal desnudo. En 2023, la tasa de uso de stents liberadores de fármacos ha superado el 90%, lo que demuestra su importancia en la medicina intervencionista cardíaca. No sólo eso, los stents pueden reducir eficazmente la angina de pecho de los pacientes, mejorar significativamente las tasas de supervivencia y reducir el riesgo de complicaciones después de un ataque cardíaco.
El cateterismo cardíaco es un procedimiento mínimamente invasivo en el que se pasa un catéter a través de un vaso sanguíneo hasta el corazón para colocar con precisión un stent. Este procedimiento se suele realizar en dos situaciones: primero, como intervención de emergencia durante un ataque cardíaco agudo, y segundo, para pacientes que presentan estrechamiento de las arterias coronarias. En situaciones no agudas, el paciente suele estar despierto durante la colocación del stent y se utiliza anestesia local para reducir el dolor.
"Durante el procedimiento de colocación del stent, los cardiólogos intervencionistas utilizan ecografías e imágenes intravasculares para evaluar el grado específico del estrechamiento del vaso".
Durante el procedimiento, los médicos insertan un catéter en una arteria periférica (como la arteria femoral o radial) y colocan el stent liberador de fármacos en la arteria coronaria bloqueada. Después de la expansión, el stent se fija firmemente a la pared arterial para abrir el vaso sanguíneo estrechado por la aterosclerosis. En el lugar del cuerpo donde se realiza la prueba, los médicos usan un medio de contraste radiológico para ayudar a identificar la condición específica de los vasos sanguíneos.
Recuperación y rehabilitación postoperatoriaMuchos pacientes no necesitan permanecer en el hospital después de la colocación del stent; la mayor parte del tiempo de recuperación es para asegurar que no haya sangrado en el sitio de la aguja. Generalmente se controla a los pacientes con un electrocardiograma y se les administran anticoagulantes (como prasugrel) para prevenir la formación de coágulos sanguíneos en el stent.
"Es posible que experimente dolor o hematomas en el lugar de la cirugía después de la misma, que generalmente mejoran en una o dos semanas, y su médico le recomendará que evite levantar pesas durante este tiempo".
Los exámenes de seguimiento regulares son esenciales para los pacientes, especialmente en los primeros tres a seis meses después de la cirugía, para ayudar a los médicos a monitorear la salud cardiovascular del paciente. Por lo tanto, el diagnóstico precoz de los cambios que la enfermedad cardíaca sufre a lo largo del tiempo es crucial.
Aunque los riesgos de la cirugía PCI son relativamente bajos, aún pueden ocurrir algunas complicaciones graves, como arritmia, reacciones alérgicas, daño a los vasos sanguíneos y sangrado. Por lo tanto, los cuidados postoperatorios y los exámenes de seguimiento son especialmente importantes. A medida que la investigación continúa profundizando, el problema de la reestenosis del stent también ha atraído mucha atención. La investigación sobre los stents liberadores de fármacos ha proporcionado nuevas ideas para resolver este problema.
"El desarrollo del cateterismo cardíaco y la implantación de stents suponen sin duda un gran avance en el campo de la medicina cardiovascular, pero aún queda mucho por explorar en lo que respecta a la idoneidad de su aplicación y al tratamiento individualizado de los pacientes."
Con el avance de la tecnología, el efecto del cateterismo cardíaco será más significativo y la atención médica futura tenderá a ser más personalizada y precisa. Frente a los desafíos que plantean las enfermedades cardíacas, ¿cree que hay más posibilidades de tratamiento por descubrir?