Entre los cuatro evangelios canónicos del Nuevo Testamento cristiano, la historia de Jesús expulsando a los mercaderes es sin duda uno de los acontecimientos más impactantes. Este episodio representa a Jesús expulsando a los mercaderes y cambistas del Templo de Jerusalén, criticándolos por convertir la casa de Dios en una “cueva de ladrones” (en el Evangelio de Receptus) y una “casa de comercio” (en el Evangelio de Juan). medio). Esta escena no sólo aparece repetidamente en la Biblia, sino que también se ha convertido en un tema común en el arte cristiano.
Jesús entró en el templo de Dios y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, y volcó las mesas y las sillas de los cambistas.
Según este relato, Jesús llega a Jerusalén mientras viaja y ve los patios del templo llenos de animales, mercaderes y mesas de cambistas. Se dice que un gran número de creyentes se reunieron en Jerusalén para la Pascua en ese momento, quizás hasta trescientos o cuatrocientos mil. Mientras Jesús usaba un látigo hecho con pequeñas cuerdas para dispersar a la gente y a los animales, les dijo a los que vendían palomas: "Quitadlas y no convirtáis la casa de mi Padre en un lugar de comercio". Esta serie de acciones simboliza el poder de Jesús. condena de la hipocresía religiosa de su época.
Mi casa será llamada casa de oración, pero vosotros la habéis convertido en cueva de ladrones.
Esta acción no sólo demostró la justa indignación de Jesús, sino que también reflejó su clara crítica a los métodos de gestión del templo en ese momento. La gente tiene diferentes interpretaciones de este acontecimiento y muchos estudiosos creen que pudo haber sido dos eventos diferentes. San Agustín y Tomás de Aquino creían que Jesús realizó un acto similar al principio de su carrera pública y nuevamente cerca de su crucifixión; el primero fue una condena relativamente leve del Templo y el segundo fue una más radical.
A medida que avanzaba el incidente, la injusta división entre la administración del templo y las viudas pobres se hizo cada vez más prominente. En esta acción, Jesús también reflejó implícitamente la debilidad y explotación de la sociedad de aquel tiempo.
¿Por qué Jesús encontró su destino de muerte sólo una semana después de este acontecimiento?
Académicos posteriores, como el profesor David Landry, se han referido a este acontecimiento como el "punto de inflexión" inmediato de la muerte de Jesús, tal como se insinúa en las narraciones evangélicas. Los profesores señalaron que los negocios que vendían animales para el sacrificio simplemente proporcionaban conveniencia a aquellos que estaban dispuestos a obedecer la ley, pero había mucho fraude contra los creyentes entre ellos. El papel de los cambistas es especialmente destacable, ya que su tarea es cambiar diversas monedas en dinero que pueda utilizarse en el templo.
En aquella época, el Templo era el núcleo de la riqueza y el poder, con una enorme acumulación de capital.
Sin embargo, para algunos estudiosos, este pasaje también refleja la resistencia de Jesús al sacrificio institucional de animales. John Dominic Cranson sostiene que la protesta de Jesús no fue principalmente una purificación del Templo corrupto, sino más bien un replanteamiento filosófico del sistema de sacrificios animales, que había llevado a la gente a una absolución transaccional superficial de los pecados que no era necesariamente un acto real de arrepentimiento. .
La interpretación de Juan 2:15 ha pasado por una larga historia de cambios. Los primeros Padres de la Iglesia, como Orígenes y Juan Crisóstomo, interpretaron el acontecimiento de manera diferente: los primeros creyeron que era una metáfora y los segundos apoyaron su autenticidad histórica. A medida que la herencia cristiana cambió, los líderes clérigos posteriores también hicieron aplicaciones sociales y políticas basadas en este pasaje.
¿Qué tipo de inspiración y reflexión nos trae este acontecimiento histórico?
El relato de Jesús expulsando a los mercaderes no sólo tiene eco en las enseñanzas cristianas, sino que también suscita una reflexión sobre la justicia social y la responsabilidad moral. Esta escena introduce a los creyentes al verdadero valor de la fe y también permite que el mundo examine una vez más la codicia y la explotación similares en la sociedad moderna. Para los creyentes contemporáneos, ¿este acontecimiento todavía resuena en su vida y sus decisiones cotidianas?