La gliosis es una de las respuestas del sistema nervioso central (SNC) a una lesión. En este proceso, las células gliales sufren cambios reactivos, que suelen referirse a la proliferación o hipertrofia de células gliales, que incluyen astrocitos, células, microglia y oligodendrocitos. . En los casos más extremos, la proliferación asociada a la gliosis puede conducir a la formación de una cicatriz glial. Entre las diferentes formas de gliosis, la proliferación de astrocitos juega un papel muy importante y se denomina astrocitos reactivos. Este fenómeno acompaña el desarrollo de muchas enfermedades del sistema nervioso central.
"La gliogénesis es un proceso complejo que involucra múltiples eventos celulares y moleculares y manifiesta diferentes resultados biológicos en diferentes escenarios de lesión".
El proceso de gliosis generalmente comienza con la migración de macrófagos y microglía local al sitio de la lesión unas pocas horas después de la lesión. Este proceso se denomina microgliosis y se acompaña del posterior reclutamiento de oligodendrocitos y finalmente de la proliferación de los astrocitos circundantes unos días después, formándose una cicatriz glial. La respuesta inicial de la gliosis ayuda a reparar el tejido neural, pero sus consecuencias a menudo tienen efectos adversos sobre la regeneración nerviosa.
La astrogénesis es la forma más común de gliosis y es responsable de mantener la estabilidad del entorno extracelular y regular la función sináptica. Aunque la astrogliosis reactiva ayuda a proteger los nervios dañados, el aumento de este proceso también está estrechamente asociado con la lesión neuronal porque las células gliales pueden potenciar el daño neuronal al liberar citocinas proinflamatorias.
"Históricamente, a la gliosis se le ha asignado una connotación negativa porque su presencia a menudo se asocia con muchas enfermedades del sistema nervioso central e inhibe la regeneración axonal".
La glialización no sólo tiene efectos nocivos, sino que también puede tener efectos neuroprotectores, como la liberación de factores neurotróficos (como el GDNF), que ayudan a proteger las células de la apoptosis; al mismo tiempo, el metabolismo de la glialización también puede reparar la función de la barrera hematoencefálica y limitar la propagación de la infección. Sin embargo, cuando la cicatriz glial es demasiado grande, limitará la regeneración de las neuronas dañadas.
Las microglias son conocidas por sus funciones celulares similares a las de los macrófagos en el SNC. Después de una lesión, responden rápidamente a las señales inflamatorias y lanzan una respuesta inmune para eliminar las células dañadas. El proceso de microgliosis muestra cambios en la morfología microglial y crecimiento anormal después de la activación, correspondiente al primer paso de la patología del SNC.
La investigación sobre la gliosis ha revelado una serie de oportunidades terapéuticas potenciales. Comprender el proceso de gliosis y sus vías de señalización podría ayudar a desarrollar nuevos tratamientos que puedan mejorar la recuperación después de un daño al sistema nervioso. Aunque la gliosis presenta efectos negativos en algunas enfermedades, sus efectos beneficiosos pueden transformarse en efectos terapéuticos mediante una intervención adecuada.
"La glialización es un área desafiante y su complejidad nos hace preguntarnos: mientras enfatizamos sus efectos negativos, ¿estamos ignorando sus potenciales efectos beneficiosos?"