En el mundo médico actual, la fijación externa se ha convertido en una opción importante para el tratamiento de las fracturas. Esta técnica utiliza un dispositivo compuesto por anillos metálicos, tornillos y pasadores de acero para sostener y fijar eficazmente la extremidad lesionada y acelerar la curación. Especialmente después de la introducción del dispositivo de Ilizarov, el concepto y la aplicación de la fijación externa se han desarrollado enormemente, lo que ha aportado nuevas esperanzas a muchos pacientes con fracturas.
La fijación externa es un método de tratamiento quirúrgico en el que se fijan al hueso clavos y tornillos de acero especiales y se conectan a un dispositivo externo a través de la piel para fijar la extremidad lesionada y promover la curación.
La historia de la fijación externa se remonta a la antigua Grecia. El científico médico Hipócrates describió un dispositivo que utilizaba círculos de cuero y varillas de madera para reparar fracturas de tibia ya en el año 400 a.C. Con el tiempo, esta tecnología ha sufrido muchas innovaciones y mejoras.
En el siglo XIX, los médicos Albin Lambert de los Países Bajos y Clayton Parkhill de los Estados Unidos inventaron de forma independiente el moderno dispositivo de fijación externa unilateral, sentando las bases para futuros métodos de tratamiento.
Sin embargo, el verdadero avance se produjo en la década de 1950, cuando el médico soviético Gavril Ilizarov desarrolló el famoso dispositivo Ilizarov, que podía realizar fracturas sin abrirlas. La fijación cruzada proporciona una opción de tratamiento revolucionaria.
El proceso de instalación del dispositivo Ilizarov requiere realizarse en el quirófano, normalmente bajo anestesia general. Su médico perforará agujeros en la parte ilesa del hueso e insertará tornillos o clavos especiales, luego lo asegurará con un dispositivo externo.
Este tipo de fijación permite mantener la forma anatómica correcta de la fractura y puede corregirse aún más ajustando los conectores metálicos.
En algunos casos, como en los tratamientos de alargamiento de extremidades, los médicos realizan una cirugía para cortar el hueso en ángulo y luego usan un dispositivo Ilizarov para separar gradualmente los dos lados del hueso para estimular el crecimiento óseo.
El dispositivo Ilizarov es adecuado para su uso en muchas situaciones, como fracturas abiertas graves, pseudoartrosis óseas causadas por osteomielitis, corrección de deformidades de las extremidades, etc.
Al mismo tiempo, algunas situaciones pueden no ser adecuadas para el uso de dichos dispositivos, como pacientes con sistemas inmunológicos comprometidos o aquellos que no están dispuestos a seguir el cuidado de las agujas y los tornillos.
Aunque el dispositivo Ilizarov tiene muchas ventajas, también tiene complicaciones potenciales y los médicos deben tener especial cuidado al usarlo. Las agujas que atraviesan la piel pueden dañar los nervios o los vasos sanguíneos, y se requiere un cuidado regular de las agujas para prevenir infecciones.
Además, el estiramiento excesivo puede provocar que el hueso no sane, por lo que la precisión durante la cirugía es crucial.
El dispositivo de Ilizarov sin duda ha cambiado la forma de tratar las fracturas. Desde una perspectiva histórica, no sólo demuestra el progreso de la tecnología médica, sino que también brinda la posibilidad de mejorar la calidad de vida de los pacientes. Con el avance de la tecnología y el desarrollo de la medicina, tenemos motivos para creer que en el futuro aparecerán más innovaciones para mejorar aún más la eficacia del tratamiento de las fracturas. Sin embargo, detrás de todo esto, ¿cómo equilibramos los riesgos y los retornos?