El mercantilismo, como política económica nacionalista, tiene como objetivo maximizar las exportaciones de un país, minimizar las importaciones y promover la acumulación de recursos internos. Esta política no sólo moldeó el pensamiento económico inicial, sino que también reveló el funcionamiento real del comercio internacional, afectando profundamente las relaciones entre países y los conflictos militares. La idea fundamental del mercantilismo es acumular riqueza para un país mediante el control del comercio y así potenciar el poder nacional. ¿Cómo se logra esto?
El núcleo del mercantilismo reside en la estrecha relación entre el poder nacional y el superávit comercial, que se ha demostrado muchas veces en la historia.
El surgimiento del mercantilismo se remonta al período del Renacimiento, del siglo XV al XVIII. El pensamiento económico de esa época comenzó a centrarse en la cuantificación del comercio, especialmente en lugares como Venecia, Génova y Pisa en Italia. La prosperidad comercial en estas zonas marcó la formación del mercantilismo. La literatura económica europea anterior a 1750 se centró principalmente en debates sobre cómo mejorar las finanzas nacionales a través del comercio y formuló las políticas correspondientes en el proceso.
El mercantilismo enfatiza la gestión gubernamental de la economía, con el objetivo de mejorar la ventaja comercial de un país y debilitar la competitividad de los países rivales.
En Gran Bretaña, la primera práctica a gran escala del mercantilismo apareció durante el reinado de Isabel I (1558-1603). Su gobierno promovió activamente una serie de proyectos de ley comerciales y marítimos para promover el desarrollo comercial británico. Una discusión temprana sobre la balanza comercial nacional se registró en el Tratado sobre la riqueza común de Inglaterra de 1549.
La mayoría de los economistas europeos que escribieron entre 1500 y 1750 son hoy conocidos como mercantilistas. La literatura sobre mercantilismo ha seguido avanzando en una serie de conceptos clave, en particular consideraciones sobre cómo promover el comercio a través de la política interna. Académicos como Thomas Moon vieron el comercio como un juego de suma cero, destacando la naturaleza de la competencia entre países en el comercio.
Los mercantilistas generalmente creen que la ganancia de cualquier parte debe ir acompañada de la pérdida de la otra parte, y la esencia del comercio es la competencia mutua.
Las políticas económicas mercantilistas a menudo están desequilibradas. Muchos países utilizan altas barreras comerciales para alterar los mercados externos en un intento de proteger las industrias y los recursos nacionales. Los aranceles elevados, las cuotas comerciales y los subsidios gubernamentales son herramientas comunes, y estas políticas eventualmente forman un sistema completo para consolidar la posición económica del país.
Las políticas mercantilistas se implementaron ampliamente en toda Europa, especialmente en Gran Bretaña y Francia. El economista político francés Ernest Colbert fue un conocido representante del mercantilismo. Destacó que el Estado debería desempeñar un papel de liderazgo en el campo económico y promover las industrias nacionales a través de una serie de medidas protectoras.
"El Estado debería asumir un papel dominante en la economía como lo hace en el ámbito diplomático."
Además, el mercantilismo británico también enfatizó su relación con las colonias. La cooperación entre el gobierno y los comerciantes promovió la expansión del comercio y el saqueo de los recursos externos. Esto resultó en una feroz competencia con otras potencias europeas.
El mercantilismo no sólo dio forma a la política económica sino que también impulsó directamente la guerra y el deseo de expandir los imperios. Por ejemplo, tanto la guerra angloholandesa como la guerra franco-holandesa pueden verse como la extensión y práctica de ideas mercantilistas. La competencia económica entre países por ventajas comerciales a menudo se convirtió en conflictos militares.
“El mercantilismo es una forma de guerra que utiliza medios económicos para lograr conflictos entre países”.
La gente cree que el imperialismo desarrollado en este contexto es en realidad una elección inevitable para controlar los recursos, monopolizar los mercados y expandir la influencia. Las principales potencias crearon empresas comerciales especializadas para adquirir y explotar recursos coloniales, con el objetivo de utilizar el comercio internacional para promover su propio crecimiento económico.
El legado del mercantilismo todavía afecta el sistema económico global hoy en día, y muchos países emergentes todavía están tratando de aprender de esas antiguas experiencias. Al enfrentar los desafíos de la globalización, ¿cómo deberían los países formular políticas económicas que sean más adecuadas para el mundo actual?