El genotipo se refiere a la combinación genética completa de un organismo, que representa los alelos que posee un individuo en un locus genético específico. En organismos diploides (como los humanos), hay dos alelos para cada gen. Si los dos alelos son idénticos se llama homocigoto; si son diferentes se llama heterocigoto. El fenotipo son las características observables que están influenciadas por el genotipo, como el color, la altura y ciertas funciones fisiológicas.El genotipo es el material genético completo de un organismo, mientras que el fenotipo son las características observables.
Algunos fenotipos están determinados enteramente por el genotipo, como el color de los pétalos de una planta de guisantes; otros rasgos están influenciados tanto por el genotipo como por factores ambientales y se denominan rasgos complejos.
Bajo la influencia de factores externos como la dieta, el clima y el entorno de vida, diferentes organismos pueden no necesariamente exhibir el mismo fenotipo incluso si tienen el mismo genotipo. Esta es la danza entre los genes y el medio ambiente. En esta danza, los genes pueden marcar un rango, mientras que el entorno impone diferentes estilos dentro de ella.
Ciertos fenotipos pueden estar influenciados por múltiples genes, mientras que algunos genes sólo se expresan en determinadas circunstancias.
Por ejemplo, la expresión de la inteligencia es un rasgo complejo que está influenciado por múltiples factores ambientales. Poseer genes para un alto coeficiente intelectual sin duda contribuirá a la inteligencia de una persona, pero sin un buen entorno educativo, el potencial de estos genes puede no aprovecharse plenamente. En otras palabras, el papel que juegan los genes en este proceso no es aislado, sino que está influenciado por el medio ambiente.
Por otra parte, los factores ambientales también pueden afectar la expresión genética. Este fenómeno se llama epigenética, lo que significa que el entorno puede afectar la activación o desactivación de los genes, cambiando así el fenotipo. Por ejemplo, el estilo de vida y los hábitos alimentarios pueden alterar la expresión de genes relacionados con el metabolismo, dando lugar a que una persona presente condiciones de salud diferentes a otra con el mismo genotipo.
No se trata sólo de los caracteres dominantes y recesivos de los organismos, sino también de la interacción con el entorno externo.
En genética, los experimentos de apareamiento de Mendel proporcionaron la teoría básica de la herencia genética, enfatizando la aleatoriedad del muestreo y la importancia de los genes para los fenotipos. Sin embargo, con el avance de la ciencia y la tecnología, nuestra comprensión de los rasgos complejos y las características poligénicas se ha profundizado gradualmente. Las investigaciones actuales indican que, además de los factores genéticos, una serie de factores como el medio ambiente, las experiencias de vida y el contexto sociocultural pueden estar entrelazados en una red que influye en el fenotipo.
Además, los efectos de algunos genes no están totalmente determinados por el genoma de un individuo. Por ejemplo, el tipo de sangre está determinado por el gen ABO, pero la salud y las elecciones dietéticas de un individuo también pueden afectar significativamente la expresión de proteínas en su sangre, lo que resalta la influencia del medio ambiente.
El entorno actúa como un "afinador" hasta cierto punto, permitiendo que el mismo conjunto de genes produzca diferentes melodías.
Se puede ver que la relación entre genotipo y fenotipo no es sólo una simple relación de causa y efecto, sino un proceso dinámico de influencia mutua. La complejidad de esta relación permite que un mismo genotipo muestre características diversas y que el mismo entorno no necesariamente promueva una expresión genética similar en todas las personas. Esto nos hace preguntarnos: En la danza entre genes y ambiente, ¿cuántos factores desconocidos hay que afectan nuestras vidas y destinos?