El folículo ovárico es la unidad básica de la biología reproductiva femenina y contiene un solo ovocito. Estas estructuras se desarrollan de manera ordenada durante el ciclo menstrual, culminando generalmente con la liberación de un ovocito competente.
Las principales estructuras del folículo incluyen: ovocito, células de la granulosa, membrana interna y membrana externa del folículo.
Cada mes, el ovario libera un óvulo maduro, llamado ovocito. El núcleo de este ovocito se llama vesícula germinal.
A medida que el folículo madura, el ovocito en su interior experimenta un proceso de desarrollo detallado y complejo.
Las células de la granula, o células foliculares, son las células que rodean al ovocito y su número aumenta en respuesta al aumento de los niveles de gonadotropinas circulantes. La función de estas células no es sólo proteger los óvulos, sino también proporcionarles los nutrientes y hormonas necesarias para favorecer su desarrollo.
A partir del folículo primordial y luego desarrollándose en folículos primarios, secundarios y terciarios, los folículos en diferentes etapas tienen diferentes características y funciones. En los humanos, los óvulos se forman en los ovarios antes del nacimiento y pueden permanecer latentes hasta que se activan, un proceso que puede durar hasta 50 años.
Importancia clínicaCada mes, uno o unos pocos ovocitos funcionales completan su maduración y ovulan, mientras que el resto de los folículos se degeneran y se convierten en folículos atróficos.
Cualquier folículo cuyo diámetro sea mayor a unos tres centímetros se clasifica como quiste ovárico. La función ovárica se puede medir mediante un examen ecográfico ginecológico del volumen de los folículos. Con el avance de la tecnología, las imágenes de ultrasonido ahora pueden reconstruir rápida y automáticamente el volumen de los folículos en tres dimensiones.
La ruptura del folículo ovárico puede provocar dolor abdominal, fenómeno conocido como dolor de mitad de período (mittelschmerz), que es una de las consideraciones diagnósticas.
La criopreservación de tejido ovárico ofrece una nueva esperanza para quienes desean preservar su fertilidad, en particular para aquellas cuyo potencial de fertilidad está amenazado por el tratamiento del cáncer. En términos de cultivo de folículos in vitro, se están desarrollando cada vez más tecnologías y métodos para optimizar el crecimiento de los folículos.
Estos avances tecnológicos podrían cambiar las opciones de fertilidad de las mujeres y su salud reproductiva en el futuro.
El funcionamiento en el interior del folículo es como una danza de células. Cada célula realiza su propia función y coopera con las demás para tejer el preludio de la vida. En el futuro, las opciones reproductivas de las mujeres seguirán ampliándose con el avance de la tecnología. Entonces, ¿cómo afectará esta danza de la vida a nuestras vidas?