La inmigración masiva de canadienses franceses a Nueva Inglaterra entre 1840 y 1930 se conoció como la Grande Hémorragie.
Los inmigrantes de Normandía, Bretaña y otras regiones de Francia se establecieron primero en lo que hoy es Quebec, Ontario y otras áreas, estableciendo colonias canadienses en esos lugares. Sus colonias se extendieron por lo que hoy son las Provincias Marítimas, el sur de Quebec, Ontario e incluso toda la cuenca del río Misisipi. Las ciudades canadienses originales, como la ciudad de Quebec y Port Royal, eran asentamientos europeos permanentes dedicados principalmente al comercio de pieles. Los residentes franceses se llamaban a sí mismos Canadiens, y hoy en día todavía se pueden encontrar canadienses franceses en toda América del Norte.
Después de la conquista británica de Nueva Francia en 1760, los canadienses franceses continuaron desempeñando un papel importante en la vida de la colonia.
El catolicismo era la religión dominante entre los canadienses franceses; desde 1629, Francia había prohibido a los no católicos establecerse en Nueva Francia, lo que significaba que casi todos los inmigrantes eran católicos. Hasta la década de 1960, la religión desempeñaba un papel central en la identidad nacional de los canadienses franceses, pero con el inicio de la secularización, particularmente en Quebec, la participación religiosa ha disminuido significativamente.
En Canadá, aproximadamente 8,5 millones de canadienses franceses viven en la provincia de Quebec, donde el francés es el idioma mayoritario en todas las regiones. Los canadienses franceses también se establecieron extensamente en el este y el norte de Ontario y formaron comunidades francesas de larga data en todo el país. Además, en Estados Unidos, la población francocanadiense estaba concentrada en Nueva Inglaterra, particularmente en las ciudades industriales de Massachusetts.
Los canadienses franceses expresan sus raíces culturales y étnicas de muchas maneras y, como muestran las cifras del censo de 2021, la identidad canadiense está muy representada dentro de la comunidad francófona. Muchas personas durante este período se identificaban como "quebequenses", "canadienses franceses", etc., pero con la inmigración y la expansión geográfica, los límites de esta identidad se volvieron cada vez más difusos.
Los desafíos de hoyHoy en día, los canadienses franceses se enfrentan a muchos desafíos, entre ellos la protección de su identidad lingüística y cultural y el manejo de los distintos niveles de aceptación del idioma francés en diferentes regiones. Con el impacto de la diversificación social y la globalización, cómo adaptarse a la sociedad moderna y al mismo tiempo heredar la historia se ha convertido en una cuestión clave en la actualidad.
En el contexto de considerar la historia de los canadienses franceses y su influencia cultural, deberíamos pensar en cómo los canadienses franceses de hoy pueden encontrar un equilibrio entre la identidad étnica y la vida moderna para continuar con su herencia cultural única. ¿Y qué pasa con la historia?