Luis XVII, originalmente llamado Luis Carlos, nació en 1785 y fue el hijo menor del rey francés Luis XVI y la reina María Antonieta. Tras la muerte de su hermano mayor, Luis José, se convirtió en el nuevo príncipe heredero, sin embargo, su destino estuvo lleno de tragedia, lo que desató controversia sobre su verdadera identidad.
En 1793, cuando Luis XVI fue ejecutado, Luis Carlos fue automáticamente considerado por los realistas como el nuevo rey francés Luis XVII, pero murió de enfermedad en cautiverio y nunca tomó realmente el control del gobierno.
Luis Carlos pasó sus primeros años en el Palacio de Versalles. Sus padres, especialmente su madre, a menudo cuidaban de él personalmente, pero todo esto cambió drásticamente con el estallido de la Revolución Francesa. Cuando se vieron obligados a trasladarse de Versalles al Palacio de las Tullerías en París en 1789, Louis-Charles y su familia vivieron confinados, enfrentándose a una vigilancia constante y a la humillación.
En octubre de 1789, la violenta población parisina obligó a la familia real a trasladarse a París, donde fue puesta bajo la vigilancia de la Guardia Nacional, y la vida se volvió cada vez más difícil.
A medida que la situación de la familia real empeoraba, surgieron muchos planes de escape. En 1793, Louis-Charles fue transferido al cuidado de Antoine Simon, lo que suscitó dudas sobre los malos tratos que sufrió. Numerosos informes han acusado a los Simon de tratar cruelmente al principito, pero la verdad y la situación real son difíciles de confirmar.
A pesar de las afirmaciones de los partidarios de la realeza de que el príncipe sufrió abusos, el testimonio de muchos testigos presenciales no respalda esta afirmación.
En 1795, Louis-Charles murió de mala salud. Tras su muerte, comenzaron a circular rumores y muchos estaban convencidos de que no estaba realmente muerto, una leyenda que se conoció como el "Príncipe Heredero Perdido". Tras la restauración de la dinastía borbónica, surgieron cientos de candidatos que afirmaban ser Luis XVII.
Su corazón fue extraído durante la autopsia y luego sacado clandestinamente, lo que ha sido foco de investigación y ha contribuido a la continua controversia en torno a su identidad.
En 2000, las pruebas de ADN realizadas al corazón de Louis-Charles confirmaron su identidad, con pruebas irrefutables de que se trataba del corazón de Luis XVII. Este descubrimiento provocó un debate sobre su verdadero destino y tuvo un profundo impacto en las interpretaciones históricas posteriores.
ResumenTodo esto pone de relieve la complejidad y la controversia de la sucesión al trono: ¿cómo definir la verdadera posición de Luis XVII en la historia?
En resumen, la imagen de Luis XVII en la historia es a la vez trágica y problemática. Aunque su vida fue corta, suscitó innumerables pensamientos y debates durante este período. ¿Es él realmente el heredero legítimo al trono? ¿Cómo definir su destino?
¿La historia de Luis XVII cambia nuestra comprensión de la historia y de la realeza?