A medida que los campos de batalla modernos enfrentan cada vez más amenazas nuevas, la tecnología de armadura tradicional enfrenta desafíos. En este contexto, la armadura eléctrica o armadura electromagnética ha ido surgiendo poco a poco y convirtiéndose en una nueva tecnología digna de atención. Esta armadura aprovecha poderosas corrientes eléctricas para defenderse contra armas cinéticas y perforantes y tiene el potencial de cambiar las reglas del juego en guerras futuras.
La armadura eléctrica es un nuevo tipo de tecnología de armadura reactiva, que consta de dos o más capas de placas conductoras con un espacio de aire o material aislante intercalado entre ellas para formar un condensador de alta potencia. Cuando se necesita protección, la fuente de alimentación carga la armadura. Cuando un objeto atacante penetra en la armadura, el circuito se cierra y la energía eléctrica almacenada se libera rápidamente. Esta energía es suficiente para evaporar o convertir el objeto atacante en plasma, debilitando así de manera efectiva. el poder del ataque.
La estructura de esta armadura eléctrica logra un buen equilibrio entre capacidades protectoras y peso.
Una de las ventajas más importantes de la armadura eléctrica es su naturaleza liviana. En comparación con la armadura reactiva explosiva (ERA) tradicional, la armadura eléctrica puede ser mucho más liviana, lo que permite a los vehículos blindados mantener alta velocidad y agilidad al mismo tiempo que brindan protección. Esta característica permite que el blindaje eléctrico reduzca la carga total sobre el vehículo, haciendo así un uso más eficiente de la potencia del motor y aplicándola a otros vehículos.
Debido a la naturaleza liviana de la armadura eléctrica, su efectividad protectora se puede distribuir uniformemente por todo el vehículo. Esta protección integral reduce la oportunidad de que los enemigos exploten partes anormalmente débiles. Las armaduras tradicionales a menudo dificultan el seguimiento de los movimientos del enemigo, mientras que las armaduras eléctricas pueden proporcionar una defensa fiable en cualquier dirección.
Con esta cobertura uniforme, la armadura eléctrica puede proteger eficazmente contra armas de ataque de primer nivel, como el FGM-148 Javelin estadounidense.
El blindaje eléctrico también puede mejorar la seguridad de vehículos casi de infantería y vehículos ligeramente blindados. Las armaduras explosivas tradicionales pueden producir fragmentos después de ser atacadas, causando lesiones graves a las personas circundantes, pero las armaduras eléctricas no tienen este problema, lo que reduce en gran medida los riesgos para la seguridad humana causados por las explosiones.
Aunque la armadura eléctrica tiene muchas ventajas obvias, también enfrenta desafíos considerables. Debido a su tecnología relativamente nueva, tenemos un conocimiento limitado de sus capacidades contra diferentes tipos de armas. Especialmente en términos de cómo combatir eficazmente los penetradores de energía cinética, es posible que los sistemas existentes no puedan proporcionar suficiente corriente para una protección eficaz.
Dichas limitaciones requieren que las líneas del frente militar sigan centrándose en el desarrollo de tecnologías de generación de energía más eficientes para respaldar estos sistemas blindados.
En el Reino Unido, el Laboratorio de Ciencia y Tecnología de Defensa lanzó una tecnología de armadura eléctrica llamada "Pulse Power System". Este sistema logra una protección excelente mediante la combinación de dos capas de carcasas delgadas y materiales aislantes, y muestra el potencial para proteger a los penetradores de energía cinética.
El Laboratorio de Investigación del Ejército de EE. UU. también está realizando investigaciones sobre armaduras eléctricas. Su diseño incluye un revestimiento de diferentes materiales y corta la fibra para activar un condensador interno, liberando una potente corriente para compensar la energía del ataque.
La armadura eléctrica, como tecnología innovadora, muestra los grandes cambios que puede traer en futuras guerras. Sus propiedades protectoras integrales y livianas y su potencial para mejorar la seguridad lo convierten sin duda en una dirección importante en el diseño de armaduras. Sin embargo, aún es necesario tiempo para comprobar la madurez y el desarrollo futuro de su tecnología. A medida que evolucione la guerra, ¿se convertirá esta tecnología en un medio clave de protección en futuros campos de batalla?