En las profundidades del vasto universo, la evolución de los cuerpos celestes a menudo revela leyes físicas más profundas. Cuando una estrella masiva sufre una explosión de supernova al final de su vida, la estrella de neutrones que queda puede no ser sólo una forma de objeto estable, sino que también puede evolucionar hasta convertirse en la estrella de quarks, más misteriosa y no completamente comprendida. Detrás de estas teorías no sólo se piensa en la evolución del universo, sino que también implica la búsqueda y exploración de la física de partículas elementales.
Una estrella de quarks es una estrella compacta hipotética en la que las temperaturas y presiones extremadamente altas en su núcleo hacen que las partículas nucleares formen materia de quarks, que está compuesta de quarks libres.
Después de que una estrella masiva se quema, la gravedad del núcleo comprime el material estelar a una densidad extremadamente alta, formando finalmente una estrella de neutrones. Los neutrones dentro de una estrella de neutrones generalmente se estabilizan al retroceder la presión, lo que evita un mayor colapso gravitacional. Sin embargo, los científicos proponen que, en condiciones más extremas, esta presión en retroceso podría superarse y los neutrones podrían fusionarse y disolverse en sus componentes básicos de quarks, formando un nuevo estado de equilibrio llamado materia de quarks.
Si estas suposiciones son correctas, entonces es muy probable que las estrellas de quarks se formaran en algún lugar del universo y fueran observadas.
La materia de quarks ordinaria sólo es estable en temperaturas y presiones extremas. Investigaciones recientes han descubierto que esta estabilidad puede mejorarse cuando ciertas cantidades de quarks arriba y abajo se transforman en quarks extraños más pesados. La materia de quarks alterada se llama materia de quarks extraños y se ha teorizado que puede sobrevivir a las condiciones de presión y temperatura cercanas a cero del espacio exterior.
Las estrellas compuestas de materia de quarks extraños se llaman estrellas extrañas. Estas teorías sugieren específicamente que estas estrellas pueden no sólo haber sido creadas en explosiones de supernovas, sino que también pueden haberse formado durante la separación de fases temprana después del Big Bang.
Si existen estrellas de quarks, sus características serán diferentes a las de las estrellas de neutrones ordinarias. Se espera que las estrellas de quarks exhiban diferentes propiedades físicas en la fase CFL de los superconductores cromáticos, y estos estados extremos actualmente no se pueden reproducir en el laboratorio. En las observaciones realizadas hasta ahora, algunos objetos que se han confundido con estrellas de neutrones pueden ser en realidad estrellas de quarks. Por ejemplo, en 2002, las estrellas RX J1856.5−3754 y 3C 58 fueron consideradas posibles estrellas de quarks porque sus tamaños eran contrarios a lo esperado para las estrellas de neutrones.
Sin embargo, muchos científicos todavía cuestionan estas observaciones y no hay evidencia definitiva que respalde estas hipótesis.
Comprender la existencia de estrellas de quarks no es sólo un problema físico, sino también un gran desafío para la observación astronómica. Los científicos continúan utilizando varios métodos de observación con la esperanza de encontrar más evidencia. Especialmente en los últimos años, cada vez que se descubre un nuevo evento de onda gravitacional o una explosión de supernova, buscamos posibles candidatas a estrellas de quarks en nuestra exploración.
La exploración de las estrellas de quarks también está poniendo a prueba nuestra comprensión básica del universo. La existencia de estas estrellas, de confirmarse, redefiniría nuestra comprensión de la densidad, la gravedad y la física de partículas elementales. Las futuras observaciones e investigaciones teóricas conducirán a debates en profundidad sobre la generación y evolución de las estrellas de quarks y su interacción con el entorno circundante. Estas observaciones pueden revelar los misterios sin resolver del universo y acercarnos a la imagen real del universo.
Pero ¿cuántas estrellas de quarks por descubrir hay en nuestra galaxia y en el universo lejano?