En 1889, los científicos alemanes descubrieron por primera vez la existencia de iones de oxígeno negativos. Este descubrimiento inició una investigación en profundidad sobre los iones de oxígeno negativos y provocó cambios trascendentales en la comprensión de la comunidad científica sobre el equilibrio de carga en el aire. Los iones de oxígeno negativos están compuestos principalmente de moléculas de oxígeno cargadas negativamente o grupos de iones, que desempeñan un papel importante en la salud humana y el mantenimiento del ecosistema terrestre.
"El descubrimiento de los científicos alemanes Elster y Gettel marcó el comienzo de la investigación sobre los iones negativos de oxígeno."
Con el paso del tiempo, el físico alemán Philippe Edward Anton Leonard explicó por primera vez el impacto de los iones negativos de oxígeno en el cuerpo humano a finales del siglo XIX. Posteriormente, los estudiosos exploraron más a fondo su importancia biológica. En 1932, se lanzó en los Estados Unidos el primer generador médico de iones de oxígeno negativos del mundo, lo que marcó el comienzo de la aplicación de iones de oxígeno negativos en tratamientos médicos. Con el avance de la ciencia, el profesor Kruger de la Universidad de California, Berkeley, llevó a cabo una investigación pionera sobre este tema a mediados del siglo XX. Sus experimentos demostraron que los iones de oxígeno negativos pueden afectar la circulación biológica endocrina e interna de animales y plantas.
La generación de iones de oxígeno negativos se basa principalmente en dos métodos, natural y artificial. En el aire, debido a la presencia de humedad, los iones negativos de oxígeno suelen combinarse con moléculas de agua para formar hidratos, lo que prolonga su tiempo de supervivencia. A través de las reacciones de varias moléculas de gas, muchos iones de oxígeno negativos como O-
(H2
O)n
, O2< /code >
-
(H2
O)n
etc. se encuentran ampliamente en la naturaleza.
La generación natural de iones de oxígeno negativos incluye el efecto de cascada y la descarga de punta de las plantas, mientras que los métodos artificiales utilizan principalmente tecnología de descarga de corona y generación de vapor de agua. Los dos productos difieren en cantidad y efectos sobre la salud ambiental. En particular, aunque los métodos artificiales pueden producir una gran cantidad de iones de oxígeno negativos, el tipo y la concentración no son comparables a los producidos en la naturaleza.
"Las cascadas, los rayos y las plantas son fuentes naturales de iones negativos de oxígeno."
En entornos ricos en agua, como cascadas o playas, la producción de iones de oxígeno negativos hace que las personas se sientan relajadas porque estos entornos están llenos de iones de oxígeno negativos frescos. Los rayos generan una gran cantidad de iones de oxígeno negativos, durante los cuales el aire es bombardeado por partículas cargadas y ionizado. El método de descarga en corona para generar artificialmente iones de oxígeno negativos libera electrones de alta velocidad a través de electrodos de alto voltaje, generando así repetidamente iones de oxígeno negativos.
"Los iones de oxígeno negativos tienen efectos significativos en la promoción de la salud y la mejora del medio ambiente."
La medición de iones de oxígeno negativos utiliza principalmente cambios en la conductividad del gas para determinar su presencia, y su identificación generalmente se basa en tecnología de espectrometría de masas. Estos iones de oxígeno negativos son muy beneficiosos para promover la salud cardiovascular y mental de humanos y animales. Además, poco a poco se está reconociendo su aplicación para mejorar la calidad del aire interior. Como muestra la investigación científica, los iones negativos de oxígeno pueden eliminar eficazmente las sustancias nocivas del aire y mejorar la calidad del entorno vital.
A través de la discusión anterior, podemos ver la importancia de los iones de oxígeno negativos en la investigación científica y la vida diaria. En el futuro, ¿habrá más avances y aplicaciones inesperadas en este campo?