En el proceso de planificación del transporte, el análisis de selección de modo es un paso crucial, que afecta directamente la eficiencia y sostenibilidad del sistema de transporte. Como tercer paso de los modelos de predicción de tráfico comunes, el análisis de selección de modo se ubica entre la asignación de viaje y la asignación de ruta. Al ingresar las tablas de origen y destino, ayuda a los constructores de modelos a predecir la posibilidad de que los pasajeros utilicen un determinado modo de transporte. Estas posibilidades se denominan modos compartidos y se utilizan para generar predicciones de viaje para cada modo de transporte factible.
El análisis de elección de modo nos permite predecir con mayor precisión las preferencias de los viajeros en todos los modos de transporte.
Los primeros modelos de planificación del transporte se originaron a partir del Estudio de Transporte del Área de Chicago (CATS), que se centró en el uso del transporte público para comprender cuántos viajeros seguirían eligiendo el sistema de transporte para su viaje en diversas condiciones. El estudio dividió los viajes en transporte público en dos categorías amplias: viajes principalmente hacia y desde el distrito central de negocios (CBD) (principalmente utilizando metro, autobús expreso y trenes de cercanías) y otros viajes diarios (principalmente utilizando sistemas de autobuses locales). A medida que aumenta la propiedad de automóviles privados, comienzan a surgir compensaciones entre el uso de estos modos de viaje y los servicios tradicionales de autobús.
CATS utiliza tecnología de curva de transferencia, inicialmente para analizar la transferencia de tráfico de vehículos autónomos desde calles y arterias a autopistas propuestas. La tecnología también se utiliza en el diseño de circunvalaciones en toda la ciudad para evaluar cuánto tráfico elegirá evitar las áreas urbanas. El análisis de la curva de transferencia de la selección de modo se realiza en forma de ratios, lo que permite a los modelos de tráfico hacer predicciones basadas en las elecciones de los viajeros entre diferentes modos.
Las técnicas de curvas de transferencia se basan en observaciones empíricas y han seguido mejorando a medida que mejoraba la calidad de los datos.
Los avances en la teoría de la demanda de viajes nos permiten realizar un análisis más detallado de las opciones de los diferentes modos de transporte. Basado en la investigación de Stan Warner en 1962, el modelo de demanda de desigualdad desarrollado posteriormente permitió estudiar patrones de comportamiento individuales. Aunque es agregado, su unidad básica de observación es el individuo. Estos modelos no sólo aplican conceptos de comportamiento del consumidor provenientes de la economía, sino que también se inspiran en la psicología. Investigadores de la Universidad de California y el Instituto de Tecnología de Massachusetts utilizan modelos de utilidad aleatorios (modelos de utilidad aleatorios) y modelos logit multinomiales (modelos logit multinomiales) para proporcionar herramientas más ricas para la investigación de selección de patrones.
Los modelos de Avances en Elección nos permiten comparar múltiples opciones y considerar el impacto de diferentes características.
Las primeras investigaciones psicológicas involucraban los patrones de comportamiento de los individuos cuando se enfrentaban a diferentes elecciones de objetos. Entre ellos, cuanto mayor era la diferencia, mayor era la probabilidad de elegir correctamente. Este tipo de modelo se utilizó posteriormente para evaluar el atractivo de diversos modos de transporte para los consumidores. Los economistas lo ampliaron a la teoría de la utilidad, introduciendo términos aleatorios, como preferencias personales y errores de elección. Esta mejora tiene un gran impacto en la practicidad del modelo. El sexo tiene una influencia importante.
En la elección del modo de transporte, la elección del modo de transporte por parte del viajero se considera la mejor respuesta a su utilidad esperada.
Aunque los modelos de selección de modo tienen un importante potencial de aplicación, los modelos basados en la teoría de la utilidad tienen ciertas limitaciones, como la suposición de que los usuarios tienen información perfecta. Estos supuestos son difíciles de establecer en situaciones reales, por lo que se debe tener en cuenta la diversidad de individuos y la aleatoriedad del comportamiento de selección al hacer predicciones. Mediante el método de estimación de máxima verosimilitud, los investigadores pueden estimar varios parámetros que afectan la selección, mejorando así la precisión del modelo.
La selección del modo es la clave para la planificación del transporte. No sólo afecta el entorno del sistema de transporte existente, sino que también se relaciona con la sostenibilidad del desarrollo urbano futuro. Por esto, es extremadamente importante tener un conocimiento profundo de los mecanismos detrás de la selección del modo y los datos en los que se basa. Los planificadores del transporte deben continuar buscando nuevos datos y métodos para satisfacer las cambiantes necesidades de los pasajeros y los desafíos ambientales urbanos. En este contexto, con respecto a la elección del modo de transporte, deberíamos pensar en: ¿Cómo debería la futura planificación del transporte urbano responder a las necesidades de viaje de las personas de manera más efectiva?