Con los continuos cambios en la economía global, la actitud cautelosa mostrada por las empresas en el proceso de adquisición parece haberse convertido en un fenómeno común en las operaciones comerciales modernas. El proceso de adquisición no consiste sólo en encontrar proveedores y comparar precios, sino que implica una variedad de decisiones y consideraciones complejas. Estas consideraciones incluyen calidad, tiempo, ubicación, términos del contrato, etc., que afectan la decisión final de la empresa.
Es a partir de estas diversas necesidades que las actividades de adquisiciones de la empresa se han convertido gradualmente en un proceso más estratégico, no simplemente en una simple transacción.
En las organizaciones, las adquisiciones se definen como una función que abarca el análisis de costos, la investigación de mercado de proveedores, la negociación y la gestión de contratos. Según el Institute for Supply Management, el objetivo de la contratación es garantizar que los compradores obtengan los bienes o servicios que necesitan al mejor precio. Esto no sólo debe considerar el precio, sino que también sopesa múltiples factores como la calidad, la cantidad y el tiempo de entrega.
El gasto en adquisiciones de una organización normalmente representa más del 50 % de su presupuesto total. Con el aumento de la responsabilidad social corporativa, muchas organizaciones están comenzando a exigir que sus actividades de adquisiciones también tengan en cuenta factores sociales y éticos más amplios.
La historia de las actividades de compra se remonta a Egipto en el año 3000 a.C., cuando la gente comenzó a utilizar el papeleo para gestionar materiales y mano de obra. Con el desarrollo de la sociedad, las adquisiciones han evolucionado gradualmente hasta convertirse en el modelo actual. El mayor cambio de la historia fue la evolución de la logística militar. El Imperio Romano estableció depósitos de suministros para asegurar el suministro de materiales para el ejército en la batalla.
“La compra como metodología no sólo implica la adquisición de bienes, sino que también debe considerar cómo asignar recursos de manera efectiva en diferentes entornos.”
Hoy en día, el proceso de toma de decisiones de compra se ha vuelto cada vez más complejo. Por un lado, las empresas deben elegir el socio adecuado entre múltiples proveedores; por otro, cómo llevar a cabo negociaciones efectivas también es un arte. A menudo, las decisiones ya no se basan únicamente en el precio, sino que incluyen la confiabilidad del proveedor, su experiencia de cooperación pasada y su potencial de valor agregado futuro.
Además, los diferentes tipos de contratación, como la contratación pública y la contratación sostenible, también muestran características únicas. Las adquisiciones gubernamentales generalmente requieren el cumplimiento de regulaciones y estándares estrictos, mientras que las adquisiciones sostenibles requieren atención al impacto ambiental y la responsabilidad social.
Las empresas enfrentan numerosos riesgos durante el proceso de adquisición, incluidas fluctuaciones de precios, incumplimientos de proveedores y problemas contractuales. Como resultado, muchas empresas están comenzando a adoptar técnicas de gestión de riesgos para reducir estos riesgos potenciales, lo que hace que el papel del departamento de adquisiciones sea cada vez más crítico.
“Comprar no es sólo la compra de artículos, sino también una parte de la estrategia corporativa.”
En este proceso, elegir un modelo de adquisiciones adecuado, como una estrategia de múltiples proveedores o adquisiciones colaborativas, se ha convertido en un medio necesario para que las empresas mejoren su competitividad. Una estrategia de adquisiciones exitosa no debería simplemente buscar la opción de menor costo, sino también tener en cuenta la creación de valor total.
Con el avance de la tecnología, la contratación electrónica se ha convertido gradualmente en una tendencia. El uso de algoritmos e inteligencia artificial para seleccionar y evaluar a los proveedores no solo puede mejorar la eficiencia, sino también reducir en mayor medida los errores y los riesgos potenciales. Las actividades de adquisiciones en el futuro dependerán más de la toma de decisiones basada en datos, lo que significa que los departamentos de adquisiciones necesitarán tener mayores capacidades técnicas.
En última instancia, un comportamiento de compra prudente se basa en una comprensión profunda de la dinámica del mercado y la planificación para el desarrollo futuro de la empresa. En este entorno que cambia rápidamente, las empresas necesitan ajustar constantemente sus estrategias de adquisiciones para mantener una ventaja competitiva.
En este arte oculto de las adquisiciones, ¿cómo deberíamos entender el significado profundo detrás de la cuidadosa consideración que las empresas toman en cada decisión de adquisiciones?