Con la legalización y popularización del consumo de cannabis, el síndrome de hiperemesis cannabinoide (CHS) se ha convertido gradualmente en un problema que no se puede ignorar. Es una condición causada por el consumo prolongado de altas dosis de cannabis, caracterizada por náuseas, vómitos y dolor abdominal recurrentes, y muchos pacientes la padecen en secreto durante meses o incluso años. La causa de la enfermedad aún no está clara, pero la falta de conocimiento a menudo da lugar a malentendidos.
Los síntomas del CHS incluyen náuseas persistentes, vómitos y dolor abdominal intenso, que ocurren junto con el consumo crónico de marihuana.
El CHS generalmente se divide en tres etapas: etapa prodrómica, etapa de náuseas excesivas y etapa de recuperación.
Durante esta etapa, los síntomas son leves e incluyen náuseas leves, ansiedad y miedo relacionados con los vómitos y malestar abdominal leve. Estos síntomas pueden volverse más graves por la mañana y algunos pacientes aún pueden intentar encontrar alivio volviendo al cannabis durante esta fase.
Después de entrar en la etapa de náuseas excesivas, los pacientes experimentarán náuseas intensas, vómitos y dolor abdominal. Los vómitos frecuentes han obligado a muchos pacientes a buscar tratamiento médico. También pueden acostumbrarse a sumergirse en agua caliente durante largos períodos de tiempo para buscar un alivio temporal, un comportamiento que a menudo se considera un indicador de diagnóstico.
El período de recuperación comienza después de que un paciente deja de consumir marihuana, pero el tiempo que tardan los síntomas en desaparecer varía, generalmente de dos semanas a varios meses. Si el paciente vuelve a consumir marihuana en este momento, los síntomas suelen recaer, formando un círculo vicioso.
Las investigaciones sobre la enfermedad indican que muchas personas se muestran reacias a revelar su consumo de cannabis debido a la vergüenza o el miedo al comunicarse con los profesionales médicos.
Los criterios para diagnosticar CHS fueron estandarizados formalmente por los criterios de Roma IV en 2016. El diagnóstico debe cumplir las siguientes tres condiciones:
Actualmente el único tratamiento disponible es suspender el consumo de cannabis. El tratamiento proporcionado por el personal médico es principalmente de apoyo y se centra en el manejo de complicaciones como la deshidratación y el desequilibrio electrolítico. Un baño caliente o una ducha larga y caliente no sólo proporciona un alivio temporal sino que también es una referencia para el diagnóstico. Además, algunos médicos pueden considerar el uso de crema de capsaicina tópica para aliviar los síntomas, pero se necesita más investigación para confirmar su efecto terapéutico.
Las duchas calientes frecuentes se consideran un posible indicador diagnóstico de CHS y muchos pacientes experimentan un alivio temporal en este momento.
A pesar de la creciente aceptación social del consumo de cannabis, el CHS sigue sin comprenderse ampliamente. Muchos profesionales sanitarios se sorprenden al verse expuestos a esta afección, ya que el cannabis suele utilizarse para aliviar las náuseas. En la comunidad, el conocimiento sobre el CHS aún es bajo, lo que a menudo hace que los pacientes se sientan solos e impotentes.
A medida que el consumo de cannabis se vuelva más popular en el futuro, la comprensión y la investigación relacionada sobre el síndrome de náuseas excesivas serán cada vez más importantes. ¿Pueden las personas deshacerse de este síntoma y encontrar una solución eficaz?