La retención urinaria, definida como la falta de vaciado completo de la vejiga, puede ocurrir repentina o gradualmente. Cuando la retención urinaria ocurre repentinamente, los síntomas generalmente incluyen dificultad para orinar y dolor en la parte inferior del abdomen; cuando ocurre de manera gradual, los síntomas pueden incluir pérdida del control de la vejiga, dolor leve en la parte inferior del abdomen y flujo de orina débil;
Para los pacientes que tienen retención urinaria prolongada, los riesgos potenciales incluyen complicaciones graves como infección del tracto urinario y daño a la vejiga.
Aquí exploraremos las posibles causas, síntomas, diagnóstico y tratamiento de la retención urinaria para ayudar a los lectores a comprender mejor los peligros de esta afección.
Los síntomas de la retención urinaria varían según el tipo de episodio. A menudo, las emergencias pueden causar malestar extremo y ansiedad emocional, e incluso pueden causar sudoración, dolor en el pecho y presión arterial alta. Sin un tratamiento oportuno, pueden ocurrir complicaciones graves, como daño a la vejiga o insuficiencia renal crónica.
Los síntomas pueden incluir mareos, sudoración o incluso shock, lo que requiere atención médica inmediata.
Existen muchas causas de retención urinaria, entre ellas: obstrucción de la vejiga o la uretra, problemas neurológicos, efectos secundarios de ciertos medicamentos y debilidad de los músculos de la vejiga.
La obstrucción de la vejiga puede ser causada por una variedad de factores, los más comunes incluyen hiperplasia prostática benigna (HPB), estenosis uretral y cálculos en la vejiga.
De cada 1.000 hombres mayores de 40 años, unos 6 se ven afectados por esta enfermedad cada año, y la proporción se eleva al 30% para los mayores de 80 años.
La retención urinaria generalmente se diagnostica midiendo la cantidad de orina que queda en la vejiga después de orinar. Si el examen de seguimiento revela que el volumen de orina residual supera los 50 ml, significa un aumento de los riesgos potenciales para la salud. Los adultos mayores de 60 años deben estar más atentos a las anomalías en el volumen de orina residual.
Para la retención urinaria aguda, el tratamiento más común es el cateterismo urinario, que puede aliviar rápidamente las molestias. Para la retención urinaria crónica, es necesario tratar la causa, lo que puede requerir medicamentos, cateterismo o intervención quirúrgica.
Los medicamentos que utilizan bloqueadores α e inhibidores de la 5-α reductasa pueden ayudar eficazmente a los pacientes con hiperplasia prostática a aliviar los síntomas.
La retención de orina no es sólo un problema fisiológico, sino que también puede tener un impacto a largo plazo en la calidad de vida del paciente. Esta enfermedad está estrechamente relacionada con muchos factores, pero si no se trata durante mucho tiempo, aún puede provocar graves problemas de salud. A medida que aumenta la edad, los hombres deben prestar especial atención a este problema y buscar atención médica cuando sea necesario.
¿Alguna vez has considerado el posible impacto que la retención urinaria puede tener en tu salud?