El Período Jurásico es un período geológico fascinante que se extiende desde el final del Pérmico, hace unos 200 millones de años, hasta el comienzo del Cretácico, hace unos 140 millones de años. Sorprendentemente, la llegada del Jurásico estuvo acompañada de un gran evento de extinción, que no sólo reformó el ecosistema en ese momento, sino que también sentó las bases para la posterior evolución de la Tierra.
Este evento de extinción estuvo asociado con erupciones volcánicas en la Provincia Volcánica del Atlántico Central y marcó el comienzo del Período Jurásico.
Durante el Jurásico temprano, el supercontinente Pangea comenzó a fragmentarse, formando Laurasia al norte y Chaca al sur. Estrechamente relacionado con este cambio está el cambio climático: el clima en el Jurásico era más cálido que el clima actual, no había casquetes polares en las regiones polares y las selvas tropicales se pueden ver por todas partes en latitudes bajas.
El Jurásico fue un período de crecimiento de mayor biodiversidad en la Tierra, con muchas especies nuevas que aparecieron en este momento, como dinosaurios, pájaros primitivos y anfibios y reptiles modernos.
Sin embargo, la actividad volcánica y los cambios climáticos a principios del Jurásico plantearon importantes desafíos para la vida. Muchas especies se extinguieron debido a su incapacidad para adaptarse a entornos que cambian rápidamente, especialmente algunos de los primeros reptiles y anfibios. En este contexto, los dinosaurios marcaron el comienzo de una nueva era y se convirtieron en la especie dominante en la Tierra.
A medida que pasó el tiempo, la biodiversidad se recuperó gradualmente durante el Jurásico Medio y surgieron más formas de vida. Por ejemplo, los tiburones y rayas modernos aparecieron por primera vez durante este período, aportando nueva vitalidad a los ecosistemas marinos.
A finales del Jurásico, el ecosistema mostró una adaptabilidad asombrosa y muchas especies nuevas nacieron una tras otra para satisfacer las necesidades de diferentes entornos.
Geológicamente, el período Jurásico se divide en tres períodos: temprano, medio y tardío, cada uno con características geológicas únicas. En ese momento, la Tierra estaba experimentando violentos movimientos de la corteza terrestre. A medida que el supercontinente se dividió, gradualmente se formaron nuevos océanos y tierras.
Entre ellos, la apertura del Atlántico Norte y la expansión del Atlántico Sur y su impacto en los niveles globales del mar fueron eventos geográficos importantes en el período Jurásico. Los datos muestran que el nivel del mar aumentó significativamente durante este período, proporcionando un hábitat suficiente para la evolución de nuevas especies.
El clima durante el período Jurásico era generalmente entre 5 y 10 °C más cálido que el actual, con niveles de dióxido de carbono aproximadamente cuatro veces superiores a los actuales. Este calentamiento ha provocado la expansión de los bosques hacia latitudes más altas y ha generado un aumento de la actividad biológica en todo el mundo.
En este ecosistema dinámico, el cambio climático en todos los continentes y los entornos ecológicos cambiantes permiten que las formas de vida evolucionen y se adapten.
La biodiversidad aumentó significativamente durante este período y apareció una vegetación más rica en el bosque, que proporcionó fuentes de alimento para varios animales. Especialmente los dinosaurios, como principales criaturas terrestres, ocupan la cima del ecosistema.
El impacto de los eventos de extinción masiva es de gran alcance y no solo conduce a la pérdida de diversidad biológica, sino que también promueve la reorganización de los ecosistemas. Muchas criaturas pequeñas prosperaron gradualmente, mientras que los dinosaurios grandes tomaron diversos caminos evolutivos a lo largo del tiempo.
Para el entorno de vida de aquella época, este evento de extinción significó una oportunidad para renacer. El regreso de muchas especies al borde de la extinción confirma aún más la capacidad de la naturaleza para adaptarse y regenerarse.
Hoy en día, los científicos se han inspirado mucho sobre cómo se adaptó la vida a través de la investigación sobre el Jurásico. En la era actual, en la que también nos enfrentamos al cambio climático y a crisis ecológicas, ¿podemos aprender de la historia pasada estrategias para lograr un equilibrio ecológico que garantice la biodiversidad y la salud ecológica en el futuro?