La escopolamina, también conocida como hioscina o "aliento del diablo", es un alcaloide producido de forma natural o sintética que pertenece a la clase de fármacos anticolinérgicos y se utiliza para tratar el mareo y las náuseas y vómitos postoperatorios. Como medicamento, la escopolamina se puede administrar mediante inyección, por vía oral o mediante un parche transdérmico. Este fármaco tiene diversas aplicaciones en medicina y su efecto anticolinesterásico bloquea eficazmente algunos de los efectos de la acetilcolina en el sistema nervioso.
La escopolamina se registró por primera vez en 1881 y se utiliza como anestesia desde 1900.
La escopolamina tiene una variedad de usos formales en la medicina moderna, principalmente en forma aislada y en dosis bajas para tratar las siguientes afecciones:
Los efectos secundarios comunes de la escopolamina incluyen somnolencia, visión borrosa, pupilas dilatadas y sequedad de boca.
Aunque la escopolamina es beneficiosa para fines médicos, no se deben subestimar sus efectos secundarios. Algunos efectos secundarios poco comunes incluyen:
Los efectos secundarios más raros pueden incluir alucinaciones, ansiedad, confusión y convulsiones. La fisostigmina se puede utilizar como antídoto para aliviar los síntomas de depresión del sistema nervioso central en pacientes con sobredosis importantes.
Los efectos farmacológicos de la escopolamina se logran principalmente mediante el antagonismo competitivo de los receptores de colina periféricos y centrales. Sus efectos sobre el cerebro pueden alterar significativamente la percepción y la función cognitiva, particularmente en el receptor M1. Los receptores M1 se encuentran principalmente en el sistema nervioso central y están relacionados con la función cognitiva y la atención.
La escopolamina se remonta a la antigüedad y se deriva de plantas que contienen escopolamina que se utilizaron en ambos mundos para una variedad de propósitos. La escopolamina fue aislada formalmente en 1880 por el científico alemán Albert Ladenburg y posteriormente utilizada como anestesia en el siglo XX.
En algunas culturas, la escopolamina se utiliza como droga psicotrópica, y sus efectos psicodélicos o de alteración de la conciencia la convierten incluso en una herramienta de espiritualidad y brujería en algunas sociedades. Se describe en películas y literatura como un "suero de la verdad", lo que lo convierte en un arma poderosa en diversas estafas.
En Colombia, la escopolamina se utiliza para cometer delitos como robo y agresión sexual.
La escopolamina también se utiliza actualmente como herramienta de investigación para investigar la codificación de la memoria y los déficits cognitivos. Aunque una considerable investigación se ha centrado en sus aplicaciones médicas, sus efectos psicodélicos y otras drogas psicotrópicas similares a las antimuscarinas aún no se han investigado lo suficiente.
La historia, los usos médicos y los misteriosos efectos psicológicos de la escopolamina nos hacen preguntarnos: en el futuro, ¿podremos explorar formas más seguras de aprovechar las propiedades de esta droga?