En la investigación biológica moderna, la tecnología de microdisección por captura láser (LCM) se ha convertido en una herramienta que no se puede ignorar. Proporciona a los científicos una forma de seleccionar con precisión células específicas bajo un microscopio, haciendo posible el análisis molecular de una variedad de células individuales. Esta tecnología no sólo profundiza nuestra comprensión de la función celular, sino que también abre posibles aplicaciones en la investigación de enfermedades.
La tecnología de microdisección láser permite a los investigadores observar y seleccionar directamente células de tejido de interés bajo un microscopio. Esta tecnología utiliza las capacidades de corte de alta precisión de los láseres para extirpar las células circundantes que no son el objetivo y obtener poblaciones de células puras que revelen verdaderas señales biológicas. La clave de LCM es que admite una variedad de aplicaciones posteriores, incluida la genotipificación de ADN, perfiles de transcripción de ARN, generación de bibliotecas de ADNc, proteómica y análisis de vías de señalización.
El tiempo de ejecución de todo el programa suele ser de entre 1 y 1,5 horas.
Afortunadamente, en la tecnología LCM se incorpora un láser al microscopio y se enfoca en el tejido del portaobjetos. El láser se mueve siguiendo una trayectoria predeterminada por el usuario, cortando las células no deseadas y extrayendo las células objetivo. En este proceso, la última tecnología ha introducido métodos de microcorte sin contacto para evitar posibles contaminaciones provocadas por el contacto directo.
Hay muchas formas de extraer células, como el uso de superficies adhesivas para adherirse a la muestra, películas plásticas calentadas para sujetar la muestra y la última tecnología de empuje láser sin contacto. Estos procesos se centran en extraer células sin dañar moléculas como el ADN y el ARN, lo que aumenta aún más la amplitud de sus aplicaciones.
Bajo un microscopio, las secciones de tejido se visualizan a través de una interfaz de software y las células o grupos de células se identifican de forma manual o automática. Actualmente existen seis técnicas principales que permiten el aislamiento celular bajo el microscopio. La mayoría de los sistemas utilizan láseres ultravioleta pulsados para cortar tejido directamente, o junto con láseres infrarrojos para calentar y fundir polímeros pegajosos para la adhesión y separación celular.
Incluso las células vivas no resultarán dañadas después del corte con láser y pueden clonarse y volverse a cultivar en condiciones adecuadas.
Debido a que el proceso LCM no altera ni daña las propiedades morfológicas y químicas de las muestras recolectadas, esta técnica es particularmente efectiva en el análisis de ADN, ARN y proteínas. Muchos investigadores han aislado con éxito estructuras libres de células, como las placas amiloides, utilizando tecnología LCM. La LCM se puede operar con una variedad de muestras de tejido, incluidos frotis de sangre, preparaciones de citología, cultivos celulares y muestras sólidas.
Estamos en una era de rápido desarrollo de las ciencias biológicas. El potencial y el alcance de la aplicación de la tecnología de microdisección láser se expanden constantemente, lo que nos brinda una nueva perspectiva sobre la investigación y la comprensión de diversas enfermedades. ¿Hacia dónde conducirá esta tecnología a la biomedicina en el futuro?