La resistencia y dureza del acero lo hacen ideal para la construcción, especialmente cuando se enfrenta a cargas elevadas y climas extremos.
El acero es una aleación de hierro y carbono. En comparación con el hierro puro, el acero tiene una resistencia significativamente mejorada en términos de resistencia a la fractura y a la fuerza. El contenido de carbono del acero generalmente varía entre 0,02% y 2,14%. Pequeñas cantidades de carbono y otros elementos de aleación pueden prevenir eficazmente el deslizamiento de los átomos de hierro, aumentando así la dureza y la resistencia del acero.
Historia y desarrollo del aceroCambiar las proporciones de los elementos de aleación puede cambiar las propiedades del acero, como aumentar su resistencia o mejorar su resistencia a la corrosión.
Desde los antiguos hornos hasta las modernas fábricas de acero de alta tecnología, la tecnología utilizada para producir acero ha experimentado enormes cambios. La tecnología para producir acero existía ya en el año 1800 a.C. Con la invención del proceso Bessemer, la producción de acero entró en la era de la producción en masa, lo que hizo que su uso fuera más común.
La producción de acero no se limitaba a un solo país. En el siglo XIX, Alemania se convirtió en el principal productor de acero de Europa, mientras que la industria siderúrgica de Estados Unidos se concentraba en lugares como Pittsburgh. En el siglo XXI, el centro mundial de producción de acero se trasladó gradualmente a China.
Actualmente, el acero se utiliza ampliamente en diversos campos además de en edificios, puentes, transporte y viviendas. Según los últimos datos, la producción de acero supera los 1.600 millones de toneladas al año y es uno de los materiales más reciclados del mundo.
Sin embargo, el proceso de producción de acero también genera una gran cantidad de consumo de energía y emisiones de gases de efecto invernadero, lo que tiene un cierto impacto en el medio ambiente.
Ante los desafíos del cambio climático, la industria del acero busca métodos de producción más eficientes y respetuosos con el medio ambiente. Desde los hornos de arco eléctrico hasta la tecnología de fundición de hidrógeno, estas nuevas tecnologías esperan reducir las emisiones de carbono en el proceso de producción y promover el logro de los objetivos de protección ambiental.
Al mismo tiempo, la reutilización y el reciclaje del acero también se convertirán en un tema candente en el futuro. Con el auge de la economía circular, cómo optimizar el impacto ambiental del acero manteniendo su rendimiento será la dirección de los esfuerzos de la industria.
La tasa de reciclaje del acero es superior al 60%, lo que lo convierte en líder en reutilización de recursos.
En los edificios, el uso del acero no sólo refleja la estabilidad y seguridad de la estructura, sino que también resalta la combinación de artesanía y modernización. ¿Cuáles son los secretos no revelados detrás de por qué el acero se ha convertido en el material principal de la construcción?