El capital de riesgo (VC) es una forma de financiación de capital privado realizada por empresas o fondos para nuevas empresas o empresas en fase inicial que se considera que tienen un alto potencial de crecimiento. Estos capitalistas de riesgo suelen invertir en estas empresas a cambio de acciones o derechos de propiedad. En este proceso, los capitalistas de riesgo corren el riesgo de financiar nuevas empresas con la esperanza de que algunas de estas empresas tengan éxito y rindan frutos. Debido a que las nuevas empresas enfrentan una gran incertidumbre, la tasa de fracaso del capital de riesgo es relativamente alta.
Muchas inversiones de capital de riesgo se basan en tecnologías o modelos de negocio innovadores y, a menudo, provienen de industrias de alta tecnología, como la tecnología de la información (TI) o la biotecnología.
En la etapa inicial de una nueva empresa, generalmente se requiere financiación previa y inicial. Estos fondos se utilizan para validar conceptos de negocio, construir prototipos o realizar estudios de mercado. Esta infusión inicial de capital es crucial para una nueva startup, ya que puede ayudar a atraer inversiones posteriores.
La inversión de capital de riesgo típica suele seguir a la ronda inicial, y la primera inversión de capital de riesgo institucional que impulsa el crecimiento se conoce como ronda de Serie A. El objetivo principal de estas rondas de financiación es, en última instancia, lograr rentabilidad a través de un evento de salida, como una oferta pública inicial (IPO) o una fusión y adquisición. Cuando los capitalistas de riesgo proporcionan esta financiación, normalmente tienen una mayor influencia en las decisiones de la empresa y reciben una participación relativamente grande.
En mayo de 2024, el número total de empresas unicornio reportadas en todo el mundo es 1248.
Muchas nuevas empresas eligen el capital de riesgo porque tienen un historial operativo relativamente limitado y tienen dificultades para obtener capital en el mercado público, especialmente si aún no han alcanzado la etapa de obtener préstamos bancarios o completar la emisión de deuda. Además, los inversores de riesgo suelen ofrecer asesoramiento estratégico para ayudar a las nuevas empresas a optimizar sus modelos de negocio y estrategias de mercado.
El capital riesgo no es sólo una fuente de fondos, sino también un medio importante para construir una red empresarial. Al proporcionar financiación, experiencia técnica, asesoramiento, contratación de talentos, etc., el capital de riesgo puede ayudar a las nuevas empresas a integrarse con éxito en redes empresariales y convertirse en "nodos" en sus campos.
Una vez que estas nuevas empresas estén conectadas en red, es más probable que tengan éxito.
A pesar de las ventajas obvias del capital de riesgo, su proceso de toma de decisiones a menudo se ve afectado por sesgos, similares a los de la toma de decisiones empresariales en general, mostrando características como exceso de confianza e ilusión de control.
La historia del capital riesgo se remonta a antes de la Segunda Guerra Mundial, cuando lo llevaban a cabo principalmente familias e individuos ricos, como la familia Morgan y la familia Rockefeller. Después de 1945, comenzaron a aparecer auténticas empresas de capital riesgo, como la American Research and Development Corporation (ARDC), fundada en 1946. Desde entonces, han surgido instituciones emergentes de capital de riesgo que promueven el vigoroso desarrollo de nuevas empresas.
Después de décadas de desarrollo, las empresas de capital riesgo y tecnología se han convertido casi en sinónimos y han desempeñado un papel clave en el cambio de los modelos de negocio globales.
En las décadas de 1980 y 1990, el rápido crecimiento del capital de riesgo, especialmente con el auge de Internet, permitió que muchas empresas como Amazon y Yahoo recibieran un enorme apoyo financiero. Sin embargo, cuando estalló la burbuja digital, la industria sufrió un duro golpe.
La obtención de capital riesgo es muy diferente a los préstamos tradicionales. El capital riesgo se invierte a cambio de acciones, lo que significa que sus rendimientos dependen del crecimiento y la rentabilidad futuros de la empresa. Las empresas que reciben inversiones deben demostrar un excelente equipo directivo, un gran mercado potencial y, lo más importante, un alto potencial de crecimiento.
Las investigaciones muestran que por cada empresa que recibe financiación, normalmente hay 100 empresas bajo investigación.
Los inversores de capital riesgo son muy exigentes a la hora de elegir objetivos de inversión, lo que también significa que sólo las empresas con potencial de mercado real pueden entrar en este desafiante ámbito. No es difícil entender por qué las empresas unicornio exitosas son siempre tan raras, porque en este entorno de alto riesgo, aún se desconoce si podrán triunfar.