Con el avance de la tecnología y la neurociencia, la naturaleza de la conciencia sigue siendo uno de los puntos focales de discusión en la filosofía y la ciencia humanas. En esta discusión sobre la conciencia, la Teoría de la Información Integrada (IIT) proporciona una nueva perspectiva. El creador de esta teoría, Giulio Tononi, neurocientífico de la Universidad de California, propuso en 2004 un método para explicar la conciencia del sistema a través de modelos matemáticos. Según el IIT, la conciencia no es simplemente el resultado del funcionamiento de la materia, sino que está estrechamente relacionada con sus propiedades causales.
El IIT desafía nuestra comprensión fundamental de la conciencia, intentando descubrir por qué ciertos sistemas físicos, como el cerebro humano, son conscientes.
La idea central de la IIT es que la textura de la conciencia (experiencia subjetiva) y las propiedades causales de un sistema (objetividad) son interdependientes. Por lo tanto, para explicar la experiencia consciente de un sistema físico, su capacidad causal debe revelarse plenamente. Una tarea importante del IIT es definir las "propiedades básicas de nuestra experiencia", que se denominan "axiomas", y luego derivar las propiedades necesarias de los sistemas físicos conscientes, que se denominan "hipótesis".
Los “problemas difíciles” de la conciencia El "problema difícil" planteado por el filósofo mundialmente conocido David Chalmers señala que cualquier intento de explicar la conciencia de una manera puramente física encontrará obstáculos. Por el contrario, la IIT reconoce la existencia de nuestra propia conciencia e intenta deducir la base física necesaria para sustentar el surgimiento de la conciencia. Esta transición de la fenomenología a los mecanismos se refleja en el intento del IIT de identificar las propiedades esenciales de la experiencia consciente, que a su vez corresponden a la estructura de los sistemas físicos.Expansión institucional y desafíos Aunque el IIT ha atraído mucha atención en el estudio de la conciencia humana, la complejidad computacional de su modelo matemático hace que suLa teoría del IIT sostiene que la existencia de la conciencia no se deriva necesariamente de las leyes de la física, sino que requiere una estructura física adecuada para realizarse.
Φ
(cantidad de información integrada) sea difícil de calcular incluso para sistemas de tamaño moderado. Se volvió casi inmanejable. Por lo tanto, los investigadores han trabajado arduamente para encontrar mediciones proxy más prácticas para aproximar Φ. Sin embargo, estas mediciones proxy aún no han demostrado una relación con los valores reales correspondientes de Φ
, lo que sin duda aumenta la dificultad de su interpretación.
Un estudio notable se centró en la actividad de las poblaciones de neuronas en moscas de la fruta, mostrando que Φ
podía calcularse con éxito para ciertos conjuntos de datos neuronales. Esto significa que las predicciones del IIT pueden probarse experimentalmente, como lo demuestra la reducción significativa de Φ cuando los animales están anestesiados.
En estudios posteriores, los investigadores han intentado utilizar medidas de integración y diferenciación de información para evaluar los niveles de conciencia de diversos sujetos. Un estudio reciente distinguió con éxito entre diferentes niveles de conciencia, incluidos la vigilia, el sueño (soñando y no soñando), la anestesia y el coma, utilizando mediciones proxy que requieren menos recursos computacionales.
Voces de apoyo y de oposiciónLa IIT también podría explicar por qué ciertas regiones del cerebro, como el cerebelo, parecen contribuir poco a la conciencia, a pesar de su importancia en tamaño y función.
A pesar de ciertos éxitos experimentales, el IIT también ha enfrentado críticas de diversos sectores. El influyente filósofo John Searle señaló una vez que la teoría del IIT implica panpsiquismo. Creía que las afirmaciones de la teoría carecían de claridad conceptual y no tenían la importancia científica necesaria. Sin embargo, otros investigadores señalan que la interpretación de Searle es inexacta y no comprende el concepto central del IIT.
Muchos investigadores en los últimos años han cuestionado la aplicación de la IIT en el campo de la conciencia al analizar la relación entre los sistemas físicos y la conciencia.
Aunque el IIT enfrenta muchos desafíos, sus perspectivas en la investigación de la conciencia aún son prometedoras. A medida que la tecnología mejore y surjan nuevos métodos experimentales, es probable que haya más estudios empíricos para probar o refutar esta teoría. Independientemente de la conclusión final del IIT, sin duda avanza nuestro pensamiento sobre la naturaleza de la conciencia e incluso ayuda a desentrañar la compleja y misteriosa conexión entre el cerebro y la conciencia.
¿Seremos capaces de descubrir los secretos matemáticos más profundos detrás de la conciencia en los próximos días?