La historia de la Tierra registra la evolución de la vida, desde sus primeras formas hasta su diversidad actual. Las similitudes entre los organismos conocidos y extintos muestran que todas las especies vivas evolucionaron a partir de un ancestro común. Según las investigaciones de los científicos, la Tierra se formó hace unos 4.500 millones de años y la evidencia de vida muestra que pudo haber aparecido antes de 3.700 millones de años.
La evidencia más temprana de vida proviene de fósiles de biocarbón y estromatolitos de 3.700 millones de años encontrados en el oeste de Groenlandia.
En 2015, los científicos descubrieron posibles "restos de vida biológica" en Australia Occidental, con rocas que datan de hace 4.100 millones de años. Los microbios fosilizados encontrados en el cinturón de Nuvvuagittuq pueden haber vivido hace 4.280 millones de años, poco después de que se formaran los océanos de la Tierra. Durante este período de la historia de la vida temprana, las comunidades microbianas se volvieron dominantes, mientras que la fotosíntesis de las cianobacterias surgió hace unos 3.500 millones de años y condujo a la acumulación de oxígeno en el océano, formando finalmente la atmósfera de oxígeno más antigua de la Tierra.
A medida que el oxígeno crecía, este proceso impulsó la evolución de la biodiversidad. La aparición de los eucariotas hace 185 millones de años hizo la vida más compleja. Estos eucariotas probablemente evolucionaron a través de una relación simbiótica entre arqueas anaeróbicas y proteobacterias aeróbicas, que se adaptaron mutuamente para contrarrestar el estrés oxidativo emergente. Con la evolución de los simbiontes intracelulares, las mitocondrias, se ha mejorado la capacidad de adquisición de energía de los eucariotas, promoviendo su diversificación.
La aparición de la vida multicelular hace unos 1.600 millones de años permitió que las células se diferenciaran para realizar funciones especializadas.
Sin embargo, los primeros organismos se reproducían principalmente de forma asexual, mientras que la mayoría de los organismos grandes producen nueva vida a través de la reproducción sexual. Durante el proceso evolutivo, la aparición de plantas ha tenido un profundo impacto en el ecosistema de la Tierra. Estas plantas se originaron a partir de algas verdes de agua dulce hace aproximadamente mil millones de años. Al mismo tiempo, el reino animal experimentó enormes cambios: hace 555 millones de años aparecieron por primera vez animales con simetría bilateral, y el surgimiento de los vertebrados se remonta a la explosión cámbrica hace 525 millones de años.
La historia biológica de la Tierra no trata sólo del nacimiento de los organismos, sino también de cómo los ecosistemas complejos han evolucionado a lo largo del tiempo. Los científicos estiman que puede haber hasta un billón de especies en la Tierra, pero sólo entre 1,7 y 1,8 millones han sido nombradas y clasificadas. Hay menos del 1% de todas las especies vivas hoy en día que alguna vez existieron.
Los científicos continúan explorando cómo surgió la vida temprana y cómo los diferentes entornos de la Tierra afectaron su evolución. Esto incluye no sólo los microorganismos del océano, sino también diversos entornos geológicos como los respiraderos hidrotermales y los respiraderos de aguas profundas, que ayudan a formar los compuestos necesarios para la vida.“El estudio concluyó que, a medida que evoluciona la vida, el posicionamiento y la evolución de las especies deberían estar llenos de incógnitas y posibilidades”.
Si bien nuestra comprensión de los orígenes de la vida temprana aún está evolucionando, han comenzado a surgir muchas hipótesis, incluidas las funciones de la autorreplicación, el metabolismo y la membrana celular externa. Por supuesto, todas estas hipótesis intentan responder a la pregunta central de cómo la vida se autoorganizó a partir de compuestos inorgánicos.
Aún queda por confirmar si existen otras vías paralelas de origen biológico, la pregunta que surge es: ¿cómo evolucionaron las formas de vida en otros planetas?