En las profundidades del vasto océano, viven algunos organismos misteriosos y únicos. Entre ellos, las bacterias verdes del azufre (Chlorobiota) se han convertido en un lugar de interés para el estudio de los científicos debido a su forma de crecimiento especial y su función ecológica. Estos organismos anaeróbicos fotosintéticos y autótrofos no sólo pueden sobrevivir en un ambiente deficiente en oxígeno, sino que también pueden utilizar compuestos de azufre elemental como fuentes de energía y carbono, lo que muestra una adaptabilidad asombrosa.
Las bacterias verdes del azufre viven principalmente a cientos de metros bajo el agua y utilizan sulfuro de hidrógeno como donante de electrones, lo que las hace autosuficientes durante la fotosíntesis y capaces de sobrevivir en entornos con poca luz.
Las bacterias verdes del azufre son gramnegativas y en su mayoría tienen forma de bastón o esférica. Estas bacterias poseen sacos de burbujas que les permiten flotar en el agua y utilizar sus pigmentos fotosintéticos para capturar la energía luminosa. Los principales pigmentos fotosintéticos son la bacterioclorofila c o d. Estos pigmentos se encuentran en sus fotopolímeros únicos (clorosomas) y pueden capturar eficazmente la energía luminosa en condiciones de luz extremadamente bajas.
La mayoría de estas bacterias son mesofíticas, prefieren temperaturas suaves del agua y viven principalmente en sedimentos en el fondo de los cuerpos de agua. Requieren un ambiente anaeróbico (anaeróbico) y pueden realizar la fotosíntesis en ambientes con poca luz. En un descubrimiento sorprendente, a una profundidad de unos 100 metros en el Mar Negro, los científicos encontraron grandes poblaciones de bacterias de azufre verdes que sobreviven casi sin luz.
En el Océano Pacífico, a 2.500 metros de profundidad de la superficie, los científicos descubrieron un tipo de bacteria de azufre verde llamada GSB1. Estas bacterias dependen de la poca luz de los respiraderos térmicos para sobrevivir y no dependen en absoluto de la luz solar.
Las bacterias verdes del azufre utilizan un proceso fotosintético similar al de las plantas, pero sus donantes de electrones se derivan principalmente de sulfuros inorgánicos. El ciclo inverso del ácido tricarboxílico que utilizan utiliza eficazmente dióxido de carbono como única fuente de carbono para sintetizar los materiales orgánicos que necesitan las células. Esto les permite seguir sobreviviendo y reproduciéndose incluso en aguas con muy poca luz.
Cuando estas bacterias realizan la fotosíntesis, generalmente oxidan el sulfuro a azufre total para formar perlas de azufre, de donde proviene su nombre.
Las bacterias verdes del azufre a menudo desempeñan un papel importante en el ecosistema de los arrecifes de coral y, de hecho, en los arrecifes de coral de Taiwán, estas bacterias forman la característica capa verde. No sólo proporcionan nutrientes a los corales, sino que también pueden ayudar a desintoxicarlos, haciéndolos parte integral de todo el ecosistema.
Debido a que las bacterias verdes del azufre desempeñan un papel importante en los ecosistemas de los océanos profundos de la Tierra, las investigaciones futuras proporcionarán una comprensión más profunda de sus procesos metabólicos y la forma única en que absorben y convierten energía. Esto será de gran importancia para explorar la diversidad de la vida y sus estrategias de supervivencia en ambientes extremos.
La existencia de bacterias verdes de azufre no solo revela más posibilidades para la vida, sino que también nos inspira a pensar profundamente sobre el origen de la vida y su evolución. ¿Es posible que podamos encontrar formas de vida que puedan sobrevivir en ambientes extremos en otros planetas?