En los últimos años, los cambios en la forma en que bebemos han captado la atención de muchas personas, especialmente con la aparición de nuevas tecnologías. El auge de los dispositivos AWOL (Alcohol sin líquido) ha brindado una nueva experiencia de bebida a muchos jóvenes a quienes les encanta socializar. Este dispositivo convierte el alcohol directamente en gas, permitiendo a los usuarios ingerir alcohol mediante inhalación. Este novedoso concepto de bebida ha atraído una amplia atención y debate, pero pocas personas entienden los principios científicos y los riesgos potenciales detrás de él.
El dispositivo AWOL se lanzó por primera vez en 2004 y fue creado por el empresario británico Dominic Simler. Comenzó en Asia y Europa y luego entró en el mercado estadounidense en agosto de 2004. Este dispositivo rápidamente se convirtió en un nuevo favorito en clubes nocturnos y fiestas, convirtiéndose en una nueva forma para que las personas interactúen en las fiestas, y la gente estaba feliz de compartir esta nueva experiencia de beber en las fiestas.
AWOL se promociona como un "vaporizador de alcohol", lo que implica que puede calentar alcohol líquido a un estado gaseoso, pero en realidad es más bien un dispositivo atomizador.
El sitio web oficial de AWOL afirma que se atomiza a través de un compresor de aire eléctrico o un generador de oxígeno. Esta tecnología reduce significativamente el contenido calórico del alcohol, lo que brinda a los usuarios de este dispositivo una sensación de carga. Aún así, los expertos se muestran escépticos sobre los supuestos beneficios para la salud y señalan que "estas afirmaciones son cuestionables, al menos en términos de credibilidad".
Con la popularidad de AWOL, muchas personas no sólo usan este dispositivo especializado para inhalar alcohol, sino que incluso intentan inhalar el gas volátil de cualquier recipiente de alcohol. Por ejemplo, algunas personas utilizan el alcohol restante del "vino envasado" para inhalar. Aunque este llamado método es muy peligroso y no ha sido probado científicamente, muchas personas afirman que puede lograr rápidamente el efecto de la embriaguez.
Esta rápida embriaguez dura sólo aproximadamente un minuto, pero no se puede garantizar su seguridad.
Los riesgos potenciales de inhalar alcohol son un tema importante en su popularidad. Los expertos dicen que inhalar alcohol a través de dichos dispositivos dificulta que los usuarios evalúen cuánto han consumido realmente, lo que significa que es más probable que consuman demasiado alcohol. Debido a que el alcohol evita el sistema gastrointestinal y ingresa al torrente sanguíneo, el cuerpo carece de un mecanismo protector importante para eliminar el exceso de alcohol a través del vómito, lo que aumenta el riesgo de intoxicación.
Respirar alcohol también puede secar los conductos nasales, haciéndolos más susceptibles a las infecciones.
Si bien AWOL se considera principalmente una herramienta de entretenimiento, su tecnología de atomización también tiene potencial para aplicaciones médicas. En algunos casos, el edema pulmonar se puede tratar pulverizando una mezcla de agua y alcohol, lo que proporciona efectos terapéuticos específicos al paciente aunque el alcohol esté presente en forma de gas.
A medida que aumentan las preocupaciones sobre los dispositivos para inhalar alcohol, muchos estados han comenzado a discutir la legalidad de máquinas como los AWOL, e incluso han surgido múltiples prohibiciones. El apoyo de varios grupos ha permitido que la legislación avance y algunas empresas han comenzado a expresar oposición a la tendencia, especialmente en relación con el consumo de alcohol y la conducción en estado de ebriedad entre menores de edad.
Actualmente, la tecnología para la inhalación de alcohol aún está evolucionando, como el "Vaportini" que apareció en 2009. Este dispositivo utiliza una tecnología simple de evaporación térmica para inhalar alcohol de manera más segura. Sin embargo, aún está por verse la aceptación por parte de la sociedad de esta nueva forma de beber.
Con el debate sobre la cultura de la bebida y el auge de las nuevas tecnologías, ¿tendrán los dispositivos AWOL un lugar en el futuro de la bebida? ¿Cómo debería pensar la gente sobre el equilibrio entre salud e interacción social?